La penúltima noche de Joaquín Sabina en Madrid

Sabina pasa una de sus últimas noches en compañía de su público en Madrid

Pocas figuras han dejado tanto a la canción de autor del siglo XX y XXI como Joaquín Sabina. Nacido en Jaén y, por tanto, madrileño, el autor de 'Contigo' es uno de los hijos adoptivos predilectos de Madrid, ciudad en la que ha construido su vida, su carrera y a la que ha dedicado algunos de sus himnos más importantes. Lo cierto es que su última gira solo podía terminar en la capital, y entre los escenarios de esta pocos son tan importantes en su vida, para bien y para mal, como lo ha sido el actual Movistar Arena, por donde ha pasado tanto con el nombre de Wizink Center como el de Palacio de los Deportes. 

No pasó sin algún susto. Para nadie es un secreto la vida que ha tenido Sabina, que da sus conciertos ya sentados, con su voz carrasposa y tras el vídeo de introducción de la gira, el de 'Un último vals', empieza directamente con 'Yo me bajo en atocha'. El segundo coro lo interrumpió una tos seca del poeta, nerviosismo y de inmediato aplauso, el resto del concierto seguirá su marcha sin grandes problemas, más allá de las lágrimas del artista que en esta, su penúltimo concierto de su última gira, que terminará este domingo. 

El cantautor Joaquín Sabina durante su actuación en la Maestranza de Sevilla. A 04 de septiembre de 2025 en Sevilla, Andalucía. Fuente: Agencias
El cantautor Joaquín Sabina durante su actuación en la Maestranza de Sevilla. A 04 de septiembre de 2025 en Sevilla, Andalucía. Fuente: Agencias

Eso quiere decir que todavía le queda una noche para despedirse de sus canciones, pero quienes han ido a verlo es la última oportunidad de escucharlas. Sabina empieza con algunas de las más recientes, con 'Lágrimas de Mármol' y 'Lo niego todo', dos canciones que sirven para repasar su larga carrera y su vida, y que han cobrado nueva fuerza desde el anuncio de su despedida

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DESPEDIRSE DE MADRID Y DE LAS CANCIONES 

Sin embargo, a pesar de la importancia que estas canciones recientes de su etapa colaborando con Leiva en esta despedida, rápidamente Sabina empieza a repasar algunos de sus clásicos. 'Mentiras Piadosas' y 'Calle Melancolía' empiezan a conseguir que el público se sume a las canciones, como un coro que se despide también del artista, que les ha dado compañía a sus tristezas por décadas. 

Entonces el primer gran éxito de la noche. '19 días y 500 noches' recibe tanto las voces del público como sus palmas, y la risa del artista, "se la saben mejor que nosotros" comenta el artista cuando el público completa las frases de la canción, uno de los signos clave del pop español y de su carrera. De inmediato sigue con las míticas 'Quién me ha robado el mes de abril', y 'Más de cien mentiras', una canción que en este contexto hace llorar tanto a Sabina como a buena parte del público. 

Es que las canciones no pueden evitar sonar a despedida cuando el público sabe que no las volverá a escuchar directamente de la boca de su autor. Con el cantautor tomándose un descanso, encargando 'Camas Vacías' a su corista femenina Mara Barros y 'Pacto entre caballeros' a su guitarrista rítmico Jaime Asúa. 

LA POESÍA DE SABINA

Por un momento, el artista se permite separarse de los éxitos para acercarse a las canciones más poéticas de su carrera. De purísima y oro', su canción favorita de las que ha escrito, sirve como homenaje a la Madrid de la posguerra y al torero Manolete, la sorpresa es escuchar en 2025 una canción que hable tan abiertamente de la prostitución como 'Una canción para la Magdalena', cancelable en los tiempos que vivimos, pero una de las piezas más preciosas de la poesía del pop español. 

Claro que los éxitos volverán, con cuatro de ellos para el final de la primera etapa del concierto. 'Por el bulevar de los sueños rotos', 'Y, sin embargo',  'Noches de Boda' y 'Y nos dieron las diez' sirven para volver a emocionar al público, y para evidenciar por momentos las lágrimas de su autor. 

SIEMPRE PEDIR LA PENÚLTIMA

En los bares de Madrid es común que en lugar de decir que se pide la última se hable de la penúltima cerveza, o la penúltima copa, dependiendo de la hora de la noche. Un poco esto ha sido la despedida de Sabina, que ha ido sumando fechas en Madrid al cierre de su gira, pero finalmente se acaban, queda una sola, y toca pagar la cuenta y cerrar el bar. 

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Por esta noche lo hace de forma impecable. 'Tan joven y tan viejo', todo un himno de esta nueva etapa del artista, 'Contigo', quizás la mejor canción de amor de un portafolio lleno de clásicos y 'Princesa' despiden una noche que no quiere acabarse, ni el artista ni el público quieren el final, pero está por llegar. Los años, y el kilometraje, han alcanzado a Sabina, que debe volver a casa en la madrugada de su vida, pero la fiesta ha sido maravillosa, y lo bueno de pedir la penúltima siempre es que no hay que dar muchas explicaciones para una cerveza más. 

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