El mundo de la arqueología sigue trabajando y permitiéndonos conocer una serie de hallazgos que posibilitan que podamos conocer de una mejor manera cómo ha sido la Historia y saber de esta manera más detalles acerca de cuáles eran nuestras raíces y otros detalles que nos pueden ayudar.
En esta ocasión, un equipo de arqueólogos ha sacado a la luz la existencia de una nueva civilización que ha cambiado de forma radical la cronología de la civilización humana, dejando así claro que hubo una sociedad avanzada en un tiempo en el que hasta ahora solo se conocía la existencia de cazadores-recolectores.
NUEVOS HALLAZGOS QUE CAMBIAN LA HISTORIA

En el mundo de la arqueología, los hallazgos revolucionarios no son tan habituales. Cuando estos suceden, pueden llegar a provocar importantes cambios sobre nuestras raíces. Recientemente, un descubrimiento en un rincón poco conocido de Turquía ha cambiado radicalmente la cronología de la historia de la civilización humana.
Los nuevos hallazgos han permitido a los arqueólogos la existencia de una nueva sociedad avanzada en un tiempo en que solo se esperaba la existencia de cazadores-recolectores. Este lugar arqueológico, que ha estado oculto durante milenos, es mucho más antiguo de lo que se pensaba.
Los descubrimientos realizados llevan a que se entienda que existe un nivel de sofisticación que desafía las ideas previas acerca de los orígenes de la civilización humana. Por lo tanto, se trata de un hallazgo que cambia la historia.
Este yacimiento arqueológico se encuentra ubicado en las proximidades de Şanliurfa, una ciudad del sureste de Turquía, muy cerca de la frontera con Siria. Esta región ha tenido numerosos nombres, ya que fue habitada desde los tiempos del cuneiforme sumerio, entre el sexto y el quinto mileno antes de la era actual.
Se desconoce cuál es el nombre de la ciudad original, pero sí se conoce que fue renombrada como Osroe antes de la llegada de los imperios seléucidas, que decidieron bautizarla como Edesa en honor a la capital de Macedonia. También pasó por manos de persas, romanos, árabes, bizantinos, mongoles, sultanes de Alepo y turcos selyúcidas, así como de Turquía.
La datación de este yacimiento data del décimo milenio antes de nuestra era, es decir, de alrededor del año 10.000 a.e.c./a.C, si bien la primera civilización mesopotámica, la sumeria, comenzó a asentarse con la asimilación de la agricultura y la ganadería entre el 6.000 y el 5.000 a.e.c., lo que deja muchas cuestiones en el aire.
UNA CIVILIZACIÓN OCULTA QUE CAMBIA LA HISTORIA

Tras conocer la verdad oculta detrás de las pirámides de Egipto, se debe hablar de Göbekli Tepe, una estructura colosal enterrada durante milenios, que se erige como un enigma para los historiadores. Se asegura que tiene una antigüedad de más de 13.000 años, siendo un sitio arqueológico que desafía los conceptos establecidos sobre el desarrollo de las sociedades humanas.
Hasta su hallazgo, se pensaba que las primeras civilizaciones organizadas no existían hasta muchos siglos después. Por lo tanto, los investigadores se preguntan cómo se podría explicar que hubiese una estructura tan avanzada, especialmente si se tiene en cuenta que, de acuerdo a la teoría tradicional y la Historia, se pensaba que no contaban con las herramientas o la organización necesaria para construirla.
Otra curiosidad importante es que este lugar no solo supone un gran desafío a nivel tecnológico, sino también en el plano social. Las enormes piedras de más de 50 toneladas, que están esculpidas con precisión geométrica, tampoco parecen ser obra de una comunidad primitiva.
Por lo tanto, los arqueólogos e investigadores se preguntan si Göbekli Tepe es la primera evidencia de una civilización avanzada de la que no se tienen registros. Supone, de esta manera, todo un desafío para la cronología temporal que ha sido aceptada hasta el día de hoy.
EL IMPACTO DE ESTE HALLAZGO PARA LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

La importancia del hallazgo de Göbekli Tepe, que es el primer templo de la historia, no se limita solo a su antigüedad, sino que revela la evolución social de la humanidad. Tras conocer sus primeros detalles, se puede apreciar cómo la construcción de este lugar tuvo que suponer una gran organización, lo que a su vez deja varios hallazgos de consideración.
Los datos recabados llevan a pensar que, por aquel entonces, existía un grupo de trabajadores especializados, líderes y una planificación muy rigurosa. Lo más curioso de todo es que se pudo encontrar cómo el nivel de complejidad de este descubrimiento no debería haber existido según lo conocido de la Historia hasta el momento, pues en aquella era, las civilizaciones humanas eran teóricamente nómadas.
Este hallazgo ha forzado a los arqueólogos a reconsiderar las teorías acerca del surgimiento de esa civilización que cambia por completo la cronología de la Historia. Algunos investigadores sugieren que, antes de Göbekli Tepe, ya había sociedades que fueron capaces de desarrollar técnicas arquitectónicas y de organización avanzadas.
Sin embargo, aún hay muchos aspectos por resolver, entre ellos el motivo por el que esas civilizaciones avanzadas desaparecieron del planeta sin dejar rastro. Por lo tanto, deberán continuar las indagaciones hasta poder dar con nuevos datos que nos ayuden a conocer mejor la Historia.
EL POTENCIAL DE GÖBEKLI TEPE PARA CAMBIAR LA HISTORIA

De esta manera, mientras científicos confirman la existencia de vida en entornos ultrafríos del Ártico, nos encontramos con un nuevo impacto clave para conocer la historia. Por el momento solo se ha excavado una pequeña fracción de Göbekli Tepe, lo que ha dejado abierto el potencial de más hallazgos.
Aún está un 95% del sitio bajo tierra, lo que hace que los arqueólogos estén muy esperanzados de que próximas excavaciones que se puedan dar en el futuro puedan dar nuevas pistas acerca de quiénes construyeron ese lugar y por qué decidieron enterrarlo. Todo ello puede ayudar a la hora de tener más datos sobre una civilización que puede cambiar la historia.
El descubrimiento de Göbekli Tepe desafía la comprensión que tenemos acerca de la Historia. La evidencia sugiere que las primeras civilizaciones humanas eran más complejas y avanzadas de lo que se creía hasta el momento. Esta construcción hallada no hace más que demostrar que aún hay mucho camino por descubrir.






