Somiedo, el parque natural que parece Suiza y se cubre de nieve en invierno

Además de sus espectaculares lagos glaciares, es uno de los últimos refugios del oso pardo cantábrico y conserva tradiciones únicas como la cultura vaqueira. Visitarlo en invierno es una experiencia de silencio y belleza, pero requiere una buena planificación y equipamiento para disfrutar de sus rutas con seguridad.

Existe un parque natural en Asturias que desafía cualquier expectativa, un lugar donde las montañas afiladas se reflejan en lagos de origen glaciar. Cuando llega el frío, este paisaje asturiano se transforma por completo, y es entonces cuando su apodo cobra todo el sentido; este rincón del norte de España es conocido como la pequeña Suiza y sus valles glaciares y lagos de alta montaña te transportan a otro lugar sin salir del país. ¿Te atreves a descubrirlo?

Pero la verdadera magia de esta reserva de la Biosfera se desata con las primeras heladas, cuando el silencio se vuelve casi tangible. En ese momento, la nieve lo cubre por completo y la belleza de Somiedo se multiplica ofreciendo una estampa inolvidable para quienes se atreven a visitarlo en su versión más pura y salvaje. Es una experiencia que va más allá de un simple viaje y se convierte en un recuerdo imborrable.

SOMIEDO EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE ASTURIAS

YouTube video

Pese a su espectacularidad, Somiedo ha conseguido mantenerse alejado de las masificaciones que afectan a otros destinos más conocidos. Este espacio protegido de Asturias se ha mantenido como un tesoro casi virgen y es uno de los últimos refugios del oso pardo cantábrico en libertad, un símbolo de su excelente conservación. Aquí, la naturaleza no es un decorado, sino la protagonista absoluta de una historia que se escribe a fuego lento.

Publicidad

Quienes exploran sus rincones descubren mucho más que un simple paisaje de postal, encuentran el alma de una tierra con carácter. Entre sus valles y montañas se encuentran las famosas cabanas de teito y estas construcciones ancestrales con techo vegetal son un icono de la comarca que todavía hoy siguen en pie como testigos de un pasado que se resiste a desaparecer. Somiedo es, sin duda, un viaje en el tiempo.

¿POR QUÉ LO LLAMAN LA PEQUEÑA SUIZA ESPAÑOLA?

El perfil afilado de sus cumbres, que superan los dos mil metros, y sus valles verdes y profundos evocan de inmediato los paisajes alpinos. Este paisaje de montaña sobrecoge por su grandiosidad, pero sus imponentes picos recuerdan a los Alpes y los Lagos de Saliencia forman un conjunto glaciar espectacular que es la joya de la corona del lugar. El parecido es tan asombroso que podrías dudar de en qué país te encuentras.

Esta similitud se vuelve todavía más evidente durante el invierno, cuando una escapada invernal a la zona se convierte en una aventura blanca. El verde da paso a un blanco infinito cuando la nieve lo tiñe todo de blanco y la estampa de las brañas nevadas y los lagos helados es puramente alpina, justificando cada kilómetro del viaje para contemplar una escena de tal magnitud. Es la Asturias más inesperada y deslumbrante.

SOMIEDO EN INVIERNO: UN SILENCIO QUE SE ESCUCHA

YouTube video

El invierno regala una atmósfera única, donde la naturaleza salvaje se muestra en su estado más puro y exigente. Durante estos meses, el bullicio del verano desaparece por completo y el único sonido que te acompaña es el del viento y tus propios pasos sobre el manto de nieve. Es una conexión brutal con el entorno, una sensación de paz que muy pocos lugares pueden ofrecer hoy en día.

Por supuesto, aventurarse en estos parajes nevados requiere respeto y preparación, ya que la montaña en invierno no entiende de descuidos. La belleza helada de este increíble parque natural no es una visita para improvisar y es imprescindible ir bien equipado con ropa de abrigo y consultar la meteorología para disfrutarlo con total seguridad. Solo así la experiencia será tan placentera como inolvidable.

RUTAS MÁGICAS BAJO LA NIEVE

Existen varias rutas por Somiedo que adquieren una nueva dimensión con el paisaje invernal, ofreciendo postales que quitan el aliento. La clásica subida a los Lagos de Saliencia se transforma en una expedición memorable y llegar hasta el Lago del Valle helado es una recompensa visual increíble que justifica el esfuerzo de la caminata. Cada paso sobre la nieve virgen te acerca a una estampa que parece sacada de un cuento.

Pero este santuario del oso pardo es mucho más que sus cumbres, y sus pueblos son el contrapunto perfecto al frío de la montaña. Para los que prefieren planes más tranquilos, no todo son grandes caminatas y los pueblos como Pola de Somiedo o Valle de Lago ofrecen un refugio cálido y una base perfecta para explorar los alrededores sin necesidad de realizar grandes esfuerzos físicos.

Publicidad

MÁS ALLÁ DEL PAISAJE: EL ALMA DE SOMIEDO

YouTube video

El carácter de la pequeña Suiza asturiana no se entiende sin la cultura de los vaqueiros de alzada, los pastores trashumantes de la región. A pesar de la dureza del entorno, sus gentes han sabido conservar un modo de vida único y la cultura vaqueira sigue viva en cada rincón del concejo, aportando un valor incalculable a la visita. Hablar con ellos es asomarse a la historia viva de Asturias.

Abandonar este parque natural es complicado, porque una parte de ti se queda para siempre entre sus montañas y sus silencios. Quien visita este parque natural durante una escapada a Asturias no solo descubre un destino, sino una forma de entender la vida, y es que te llevas mucho más que fotos bonitas y la sensación de haber conectado con una naturaleza pura y auténtica permanece contigo mucho después de marcharte.

Publicidad