En la oficina del Manchester City todo opera con la lentitud precisa de un reloj de precisión. Allí, bajo la mirada de Pep Guardiola, se han encendido motores que podrían sacudir los despachos del Atlético de Madrid de Simeone. El objetivo parece claro. El carril derecho del club rojiblanco, representado por Nahuel Molina, quien hoy más que nunca aparece como pieza de cambio antes de que llegue enero.
Molina, lateral argentino que llegó al Atlético con la promesa de tener un papel relevante, observa desde el banco que su oportunidad no termina de llegar. Esta situación no ha pasado desapercibida para los ‘citizens’. Según medios ingleses, Guardiola ha urgido a su club a dar un paso adelante y pelear por el jugador rojiblanco cuanto antes: “sin esperar a verano”, se afirma.
Guardiola pone el ojo en Nahuel Molina y sacude a aligera al Atlético antes de enero
Mientras tanto, en Madrid, la calma parece absoluta, al menos de puertas hacia fuera. Los despachos del Metropolitano mantienen un silencio protocolario, pero detrás de él se escuchan ecos de lo inesperado.
Una oferta que cumpla las exigencias económicas y deportivas del Atlético podría mover un tablero que hasta hace poco parecía inmóvil. Lo que hace solo unas semanas parecía improbable ahora comienza a tomar forma: el club rojiblanco, que había decidido retenerlo para consolidar su plantilla, se enfrenta a la posibilidad de tener que negociar su salida. El entorno del jugador ya percibe que sus días en la capital podrían estar contados si surge la propuesta adecuada.
Este verano, el Atlético fichó a Marc Pubill para su demarcación e intentó hasta última hora que hiciese las maletas para irse. Pero el argentino decidió quedarse en el club ante las propuestas que había tenido. Eso hizo que fuese el único jugador de la plantilla al que recibiese con pitos la afición en la Noche de Bienvenidas.
Para Guardiola no se trata solo de sumar un carrilero. El City, que quiere volver a dominar en la Premier y en Europa, sigue perfeccionando piezas para ampliar su dominio, ve en Molina algo más que un recambio. Lo ve como un actor fundamental de una nueva versión del equipo. Y el Atlético, que ya ha hecho un gran esfuerzo en otros sectores del campo, deberá decidir si sacrifica a uno de los suyos antes de que otro se lo lleve.

Guardiola espera mientras Simeone decide sobre su lateral
El Atlético, por su parte, sabe que no puede confiar únicamente en la fortaleza de sus defensas actuales. Cada movimiento, sobre todo a partir de la venta a Apollo, se analiza con lupa, porque ceder a la presión de otro grande europeo siempre deja secuelas, aunque a veces también abre oportunidades para reinventar la plantilla.
La pregunta que flotará en los despachos sobre su caso en los próximos días no es otra. ¿Cederán los rojiblancos para evitar una batalla que no desean? ¿O resistirán la oferta sabiendo que la ventana de oportunidad de Molina podría cerrarse rápido? Mientras tanto, Guardiola espera paciente, con el teléfono preparado y la estrategia bien pensada.
Entre Madrid y Manchester, los días que vienen prometen ser decisivos. Lo que hasta hace poco parecía una simple especulación se transforma en un escenario cada vez más rotundo. Nahuel Molina saldrá del Atlético de Madrid para aterrizar en el Etihad Stadium a las órdenes de Guardiola.






