¿Cuánto te cuesta realmente Netflix, Prime Video o Disney+? Pocos vigilamos el pellizco de los 'gastos vampiros' al presupuesto familiar

Las plataformas de streaming se han colado en el presupuesto familiar casi sin que nos demos cuenta. Netflix, Disney+ o Prime Video ya no son un lujo ocasional, sino un gasto fijo más que compite con la luz, el agua o el internet y que, poco a poco, va drenando nuestros bolsillos.

Las plataformas de streaming se han convertido en los últimos años en una propuesta de entretenimiento sólida y económica para muchas familias, sin embargo, las tarifas de estos servicios han ido creciendo, seguramente igual que las propuestas, y muchas terminan destinando un porcentaje importante de sus sueldos para este sector. ¿Sabes cuánto estás pagando realmente por ver series en Netflix o Prime Video? Quizá no tanto como crees… o tal vez mucho más. Las suscripciones que hace unos años parecían inofensivas se han convertido en auténticos “gastos vampiros”, pequeños, constantes y difíciles de detectar. Y lo peor es que muchos ni siquiera los incluyen en su presupuesto mensual.

Según la EAE Business School, los hogares españoles gastan de media 286 euros al año en plataformas de streaming, sin contar otros entretenimientos online como música o videojuegos. Si sumamos todo, la cifra se dispara hasta los 400 euros por familia. El problema no es solo el precio, es que estos servicios se han vuelto tan cotidianos como la luz o el internet. Y cancelarlos, aunque duela el bolsillo, cuesta más de lo que parece.

El streaming ha pasado de ser un lujo tecnológico a un gasto estructural. Dos de cada tres hogares en España pagan al menos una suscripción, y el 64% tiene más de una. El salón ya no es solo un lugar para relajarse, es un cine, un videoclub y una consola a la vez. Pero, entre subidas de tarifas y nuevos planes con anuncios, muchos empiezan a preguntarse si compensa tanto entretenimiento.

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El streaming, ese gasto fijo que se cuela sin pedir permiso

El streaming, ese gasto fijo que se cuela sin pedir permiso
En la última década, las tarifas han subido más del 80%. Fuente: Agencias

Lo que antes era “me hago Netflix un mes y ya” ahora es un recibo más del mes, y que además no para de crecer e incluso aunque se incrementen las tarifas se mantienen porque se han convertido en gastos prioritarios. Las plataformas se han consolidado como un gasto fijo, comparable al del teléfono o la electricidad. Netflix, Disney+ y Prime Video lideran el mercado, pero la oferta se ha multiplicado y muchos hogares acumulan tres o más suscripciones.

En la última década, las tarifas han subido más del 80%, muy por encima del coste de la vida. El plan Premium de Netflix roza los 20 euros al mes, Disney+ ofrece tres modalidades (y cobra por añadir usuarios), y HBO Max también ha lanzado versiones con anuncios. A esto se suma la tentación del “compartir cuenta”, una práctica cada vez más restringida. El resultado: pagamos más, y por menos.

La fatiga del abonado: cuando tienes tanto que ver que no ves nada

La fatiga del abonado: cuando tienes tanto que ver que no ves nada
Su estrategia pasa por enganchar con contenido exclusivo, estrenos semanales y algoritmos que parecen leerte la mente. Fuente: Agencias

Cada vez más usuarios confiesan sentirse saturados. La llamada “fatiga del abonado” es real, demasiadas plataformas, demasiado contenido, poco tiempo y esta es otra realidad con la que muchos tenemos que lidiar. El estudio de EAE Business School revela que uno de cada tres usuarios cancela alguna suscripción por falta de uso, y otro tanto lo hace por el precio o porque ya no encuentra nada que le motive.

El problema es que las plataformas lo saben. Su estrategia pasa por enganchar con contenido exclusivo, estrenos semanales y algoritmos que parecen leerte la mente. Pero esa abundancia también desgasta, acabamos pasando más tiempo eligiendo qué ver que disfrutando del contenido, una triste realidad de la que muchos no hablan. Y mientras tanto, el cargo mensual sigue llegando, puntual como un reloj.

Familias, niños y pantallas: el nuevo gasto silencioso

Familias, niños y pantallas: el nuevo gasto silencioso
El streaming no solo ha cambiado el presupuesto, sino también la dinámica del hogar. Fuente: Agencias

En los hogares con hijos, el gasto se dispara, la situación es mucho peor. Según el estudio, las familias con niños invierten un 25% más en entretenimiento digital, simplemente porque los planes son diferentes y vienen por separado. Ellos son los que mandan en el mando, ven series, dibujos y vídeos a diario, y muchas veces en varias pantallas a la vez. YouTube y Twitch completan la oferta, gratis pero igual de absorbente.

Lo curioso es que el streaming no solo ha cambiado el presupuesto, sino también la dinámica del hogar. Cada miembro ve algo distinto, en su propio dispositivo. La experiencia compartida se fragmenta, y las suscripciones se acumulan sin darnos cuenta. El resultado: más entretenimiento, sí, pero también más gasto y menos control.

Conclusión: suscríbete a lo que usas, no a lo que te da POCO

Conclusión: suscríbete a lo que usas, no a lo que te da POCO
No se trata de renunciar al placer de una buena serie, sino de recuperar el control. Fuente: Agencias

Conclusión, el streaming ya no es una moda, es una factura más, poco se ha convertido en una necesidad para las familias, aunque no las usen, lo que convierte la situación en algo simplemente “absurda”. Pero eso no significa que no podamos controlarlo. Antes de aceptar otro “periodo gratuito”, conviene mirar el extracto bancario y preguntarse cuántas plataformas realmente usamos. Porque los gastos vampiros no muerden de golpe, sino poco a poco, hasta dejar seca la cuenta.

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A fin de cuentas, no se trata de renunciar al placer de una buena serie, sino de recuperar el control. Quizá el próximo mes, la mejor maratón sea la de revisar tus suscripciones.

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