Ya se puede hablar de “crisis de los huevos”: su precio sube un 50 % en seis meses y arrastra la cesta de la compra

El precio de los huevos se dispara y ya se habla de una auténtica “crisis del cartón” ó "crisis del huevo". En solo seis meses, su coste ha subido un 50 %, convirtiéndose en otro símbolo de la inflación que sigue apretando los bolsillos de los consumidores españoles.

¿Quién iba a decir que los huevos se convertirían en producto de lujo? Lo cierto es que, si hace unos meses comprabas una docena por poco más de dos euros, ahora cuesta más de tres. Y no hablamos de los camperos ni de los ecológicos: los más baratos, los de jaula o suelo, han subido un euro en apenas medio año, según la OCU.

El incremento es tan rápido que ya se habla de una “crisis de los huevos”. Desde 2021, su precio se ha disparado un 137 % en el caso de los huevos medianos (categoría M), y un 119 % en los grandes (L). Un golpe directo al bolsillo de los hogares que más dependen de este alimento básico y asequible.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) no se anda con rodeos, los huevos se han convertido en otro termómetro de la inflación alimentaria. Y el problema, advierten, va más allá del cartón de la nevera, arrastra a toda la cesta de la compra.

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El huevo, de básico a casi un capricho

El huevo, de básico a casi un capricho
En febrero de 2025, una docena de huevos M costaba 2,14 euros. En octubre, ya está en 3,14. Fuente: Agencias

Los datos del Observatorio de Precios de Supermercados de la OCU dejan poco margen a la duda. En febrero de 2025, una docena de huevos M costaba 2,14 euros. En octubre, ya está en 3,14. Y los L, que rondaban los 2,33 euros, ahora se pagan a 3,25. Lo más preocupante es que la subida afecta, sobre todo, a los productos más baratos, los que suelen comprar las familias con menos recursos, porque al final se trata de una cadena o una “cascada” una subida de precio termina afectando al resto de los productos, en este caso, de la cesta básica.

La OCU apunta a dos momentos clave en esta escalada, febrero y octubre. En ambos, las subidas en origen se trasladaron de inmediato al consumidor. Pero cuando los precios bajaron, nadie lo notó. Es lo que llaman el “efecto cohete y pluma” según los expertos, los precios despegan rápido, pero apenas bajan después. En resumen, lo que se paga de más rara vez se recupera.

Por qué están tan caros los huevos

Por qué están tan caros los huevos
El aumento del precio en origen, los brotes de gripe aviar. Fuente: Agencias

No hay una sola razón detrás de esta subida, sino una combinación explosiva. La OCU señala cuatro factores, el aumento del precio en origen, los brotes de gripe aviar que han obligado a sacrificar a miles de aves, la resistencia de los intermediarios a reducir márgenes, y los cambios en la oferta de los supermercados, que han ido dejando atrás los huevos de jaula en favor de los de suelo o camperos, algo más caros.

Todo esto ocurre en un momento de fuerte presión sobre los precios de los alimentos. En octubre, la cesta de la compra subió un 0,64 %, el doble que en septiembre. Y los huevos no son los únicos protagonistas: también se encarecieron los lácteos, el pescado, el aceite, el arroz y los productos de limpieza. En total, los alimentos acumulan ya un 36 % de subida en cuatro años, una cifra que explica por qué cada vez cuesta más llenar el carrito sin vaciar la cuenta.

Un reflejo del problema: la inflación que no afloja

Un reflejo del problema: la inflación que no afloja
La inflación alimentaria sigue viva y coleando. Fuente: Agencias

La subida del precio de los huevos es solo un síntoma más de lo que la OCU lleva meses denunciando y que muchos prefieren no escuchar, sobre todo los responsables de la política de precios: la inflación alimentaria sigue viva y coleando. Los precios bajan en origen, pero esa rebaja nunca llega al consumidor. Y cuando suben, lo hacen de golpe. Mientras tanto, las familias ajustan su presupuesto o se ven obligados a ajustar, comparan supermercados y buscan ofertas, aunque el ahorro real se vuelve cada vez más complicado.

En medio de este panorama, la OCU ha pedido al Ministerio de Agricultura y a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que exijan “transparencia” en la fijación de precios y vigilen los márgenes de los intermediarios. Porque si algo ha quedado claro, es que la subida del huevo no es solo una anécdota: es un aviso de que el modelo actual está fallando.

Los huevos, ese alimento que parecía inmune a las grandes subidas, se han convertido en el nuevo termómetro del bolsillo español. Lo que antes era un básico para desayunar, cocinar o cenar rápido, ahora simboliza una realidad incómoda, alimentarse bien cada vez cuesta más. Quizá sea hora de que la política de precios deje de ser un misterio y empiece a pensar, de verdad, en quien llena el carro cada semana. Porque al final, el problema no es el huevo… sino todo lo que representa.

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