Para este evento, la reina Letizia quiso recuperar su espectacular vestido azul de The 2nd Skin Co. y lo complementó con dos piezas invadidas de significado: la histórica Tiara Rusao y el Collar de Omán, un regalo del propio Sultán. El Palacio Real de Madrid acogió anoche una de esas citas que marcan el calendario diplomático de la semana. La cena de gala en honor al Sultán de Omán, Haitham Bin Tarik, reunió a lo más alto del protocolo estatal.
Eligió para la ocasión uno de sus vestidos más aplaudidos, ese azul noche de The 2nd Skin Co., que ya había lucido en Holanda. Pero esta vez lo complementó con joyas que contaban una historia: la de la tradición monárquica española y la de la amistad entre naciones, en este caso, Omán. El diseño de The 2nd Skin Co. se ha convertido en una de esas piezas infalibles y preciosas en el vestidor de la reina. Confeccionado en satinado de seda, presenta una falda de amplio volumen que aporta esa majestuosidad que requieren este tipo de actos. Las mangas francesas y el cinturón a tono que realza la silueta completan el conjunto.
Lo interesante es que Letizia ya había usado este mismo vestido durante la cena de Gala del pasado año en Holanda. En esta ocasión y bajo las lámparas del Salón del Trono, el azul intenso del modelo volvió a destacar.
La Tiara Rusa y el collar de Omar captaron los principales titulares

Lo que ha llamado la atención de la prensa y especialistas en Casa Real es la Tiara Rusa. También conocida como la tiara de María Cristina, esta pieza tiene un gran valor histórico. Fue encargada por la reina María Cristina de Austria, viuda de Alfonso XII, a finales del siglo XIX.
Inspirada en las tradicionales kokoshnik rusas, la tiara está realizada en platino, diamantes y perlas. Ha pasado por varias generaciones de la Familia Real: la lució la infanta Margarita, Doña Sofía en distintos actos internacionales y Simoneta Gómez-Acebo en su boda. La reina Letizia la rescata ahora del joyero real y la adapta a su estilo.
Quizás el gesto más significativo de la noche fue la elección del Collar de Omán. Se trata de una distinción otorgada por el propio Sultán, y Letizia decidió lucirla en esta cena de Estado. Esta joya, símbolo de la amistad entre ambos países, sustituyó a las condecoraciones españolas habituales. El collar destacaba sobre el azul intenso del vestido sin recargar el conjunto.
Los detalles que completaron el look de la reina Letizia

En cuanto a los complementos, Letizia optó por la discreción. Unos pendientes de chatones, discretos pero con el brillo necesario, que combinaban con la majestuosidad de la tiara. Para el peinado, eligió una melena suelta con ondas marcadas. Y para el maquillaje, se dejaron llevar por los tonos neutros.
La elección de estás piezas crearon un concepto. La Tiara Rusa representaba la herencia y la tradición de la monarquía española. El vestido de The 2nd Skin Co. muestra el apoyo a la moda nacional y el gusto por diseños contemporáneos. Y el Collar de Omán era el guiño diplomático perfecto.
El resultado nos dejó a una reina que sabe transitar entre el peso de la historia y las exigencias de la diplomacia moderna. Cada elemento representaba algo: del pasado, del presente, de su país y de las relaciones internacionales. La reina Letizia demostró una vez más por qué está considerada una de las royals más elegantes de Europa. Su look en la cena de gala para el Sultán de Omán era mucho más que un simple vestido azul bonito. Era una representación de varias intenciones: respeto por la tradición, apoyo al diseño español y sensibilidad diplomática. La Tiara Rusa y el Collar de Omán, junto con el vestido azul de The 2nd Skin Co., formaron el conjunto perfecto del que hoy hablamos los diarios del país.







