Radiohead vuelve a Madrid entre el rock triste y el rave

Radiohead ha vuelto a los escenarios tras 7 años con la primera de sus 4 fechas en Madrid

Pocos grupos han crecido de forma tan exponencial, y han dividido tanto las opiniones dentro del rock como Radiohead. Llamados a ser las grandes estrellas del género tras la tristeza que permea 'The Bends' y las excursiones entre el rock progresivo y el britpop del paranoide 'OK Computer' el grupo ha dividido su tiempo entre la exploración electrónica de 'Kid A' y la construcción de ritmos de jazz de 'In Rainbows'.

En el camino, la tristeza, la ansiedad y la paranoia de las letras de su vocalista Thom Yorke ayudaron a que una generación intentara entender el final del siglo XX y el siglo XXI. Por eso su desaparición en 2019, al final de la gira promocional de 'Moon Shaped Pool', ha sido tan ruidosa, y por eso era tan especial que el Movistar Arena de Madrid recibiera el primer concierto de su retorno a los escenarios.

Es cierto que hubo tensión en los días y las horas previas. La posición ambivalente del grupo sobre Israel, críticos con el régimen de Netanyahu, pero sin negarse a tocar en el país, los puso en el punto de mira, pero un cartel de agotado en las 4 fechas madrileñas, un total de 68.000 entradas vendidas en la ciudad, acabó por opacar los llamados a boicot.

Publicidad

Su llegada al escenario dejó claro que no habían perdido sus dotes. 'Let Down', el éxito sorpresa del grupo que ha entrado al hot 100 de Billboard tras 26 años gracias a TikTok, y desde entonces pasaron más de 2 horas haciendo lo que les dio la gana. Las guitarras y baterías se mezclaba con sintetizador y el interés por escuchar al grupo tocar los éxitos se desvaneció, que Yorke y compañía nos llevarán por sus propios caminos, es cierto que algunos temas clásicos aparecieron en el setlist, 'Idioteque', '15 Step' o 'Weird Fishes' fueron momentos álgidos, pero el grupo también es capaz de enamorar con rarezas como 'Myxomatosis' o 'A Wolf At The Door'.

YouTube video
Video del concierto captado por un fanático.

Aunque no dejaron fuera toda la artillería pesada. Es cierto que 'Creep', con diferencia su canción más famosa, sigue brillando por su ausencia en las presentaciones de la banda, pero el último tramo de su regreso a los escenarios incluye piezas como 'Subterranean Homesick Alien', 'Paranoid Android' o 'Karma Police'. No necesariamente es un concierto pensado para ser coreado por la audiencia, sino para crear un ambiente especial, un escape de la realidad, no ocultándose, sino consiguiendo catarsis en otros seres humanos que sienten la melancolía y la paranoia de nuestros tiempos. 

RADIOHEAD: LA MÁS ELECTRÓNICA DE LAS BANDAS DE ROCK

Lo cierto es que si algo es interesante de ver el grupo no es solo su capacidad de generar emociones, sino que son algunos de los músicos más completos que ha dado el rock. De Yorke se ha dicho mucho como compositor, pero el uso de su voz para acompañar excursiones electrónicas con la misma facilidad de una balada acústica es magia pura, sobre todo acompañado del particular juego de luces que por momentos los esconde de la audiencia.

Se suma, por supuesto, el talento de Jonny Greenwood. El guitarrista no solo es uno de los principales responsables de los arreglos de las canciones de la banda, sino que en el escenario es un multiinstrumentista que cuando hace falta se acerca al piano, el sintetizador o incluso la percusión. Sin embargo, momentos como 'Paranoid Android' o '15 Step' recuerdan que también es uno de los mejores guitarristas de su generación. 

La sección rítmica de la banda tampoco se queda atrás. Ed O'Brien (guitarra rítmica y segunda voz), Colin Greenwood (bajo, teclados) y Phil Selway (batería, percusión), son capaces de construir una base impecable para que las canciones más experimentales crezcan. En vivo su trabajo se vuelve más complicado, al tener que interpretar en vivo canciones pensadas para instrumentos digitales, y lo hacen a la perfección. 

LOS GRANDES SIEMPRE VUELVEN

El retorno a los escenarios de Radiohead es una gran noticia por donde se vea. Las 4 fechas de Madrid están agotadas, con un entusiasmo evidente de un público masivo, es cierto que es la primera vez que giran sin música nueva, pero sus canciones no han perdido la vitalidad.

En un panorama para la música en vivo lleno de bandas con giras pensadas para generar momentos de Instagram, una banda que está allí para tocar la música que les gusta a ellos es suficiente. El público también fue de menos a más, con el grupo, que demuestra estar de vuelta. 

Publicidad

Será curioso ver que hace una industria de la música en vivo tan homogeneizada con un grupo negado a tocar su canción más conocida, dispuestos a bajar la velocidad de su concierto o a esconderse detrás de las luces y dejar que brillen los sonidos. Radiohead nunca ha entrado en el molde de nadie, y ni siquiera su gira de grandes éxitos está dispuesta a adaptarse a esta nueva realidad. 

Publicidad