La ciencia lleva años advirtiendo el cambio de hora afecta a nuestro bienestar, desde el sueño hasta el estado de ánimo. Ahora el Gobierno de Pedro Sánchez quiere eliminar definitivamente esta práctica, argumentando que el mínimo ahorro energético no compensa los efectos negativos en la salud.
Este fin de semana, la madrugada del domingo, volveremos a vivir ese momento extraño en el que atrasamos los relojes una hora, a las 3 de la madrugada del domingo 26 de octubre, nuestros relojes se van una hora para atrás, marcando las 2 AM. A simple vista, el cambio de hora, parece un gesto, casi automático, pero para nuestro organismo significa mucho más. El cambio al horario que se producirá en la madrugada del sábado 25 al domingo 26 de octubre trae consigo una serie de efectos en nosotros que la ciencia lleva documentando desde hace tiempo.
Lo que comenzó como una medida de ahorro energético durante la crisis del petróleo en 1974, hoy se cuestiona por sus consecuencias reales sobre las personas. El presidente Pedro Sánchez lo ha dicho recientemente en su cuenta de X: "Francamente, no le veo el sentido".
¿Cómo afecta a nuestro cuerpo el cambio de hora?

Nuestro organismo funciona con un reloj interno conocido como ritmo circadiano. Es un ciclo de aproximadamente 24 horas que regula procesos fundamentales como el sueño, la temperatura corporal, la secreción hormonal o incluso el apetito. Cuando adelantamos o atrasamos los relojes artificialmente, creamos un desfase entre este reloj biológico y el social. El resultado suele ser una sensación de malestar que puede durar varios días.
La Sociedad Española de Sueño alerta sobre síntomas como insomnio, irritabilidad, dificultad para concentrarse y cansancio persistente tras el cambio de hora. Los más afectados suelen ser los niños, adolescentes y personas mayores, cuyos ritmos circadianos son más sensibles a las alteraciones. Pero no son los únicos. Un estudio de la Universidad de Turku publicado en Sleep Medicine Reviews encontró algo más preocupante: un incremento del 5% en el riesgo de infarto durante la primera semana después del cambio de hora del cierre del verano.
Consecuencias en tu estado mental y metabolismo

La falta de luz natural que trae el horario de otoño-invierno tiene efectos sobre nuestra química cerebral. La Universidad de Harvard ha señalado que esta reducción de luz matinal altera la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, y reduce los niveles de serotonina, que influye directamente en el estado de ánimo. Esto explica por qué muchas personas experimentan tristeza, falta de energía o desmotivación en las semanas posteriores al ajuste horario.
Pero hay más. El desajuste circadiano también interfiere en cómo procesamos los alimentos. Investigaciones del National Institute of Health de Estados Unidos indican que las alteraciones del sueño provocadas por los cambios de horario pueden favorecer el aumento de peso, la resistencia a la insulina e incluso un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
La propuesta de Pedro Sánchez para eliminar el cambio de hora

El Gobierno español ha decidido llevar el debate a Europa. Pedro Sánchez anunció que propondrá ante el Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía de la UE eliminar definitivamente el cambio horario. Los argumentos son tres principalmente. El primero es que el ahorro energético, razón original de la medida, hoy es mínimo o inexistente, según los estudios del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía.
El segundo argumento es el más importante para la mayoría de ciudadanos: la salud. El ejecutivo español señala que "el argumento de que el ahorro energético es importante para hacer este retraso en el horario ha quedado obsoleto. Y añade que existe "un impacto marginal que no compensa los efectos en nuestra salud". El tercer punto se basa en la opinión ciudadana. En la consulta pública europea de 2018, el 66% de los españoles y el 84% de los europeos se mostraron en contra del cambio de hora.
Si finalmente se elimina el cambio estacional, queda una pregunta interesante: ¿nos quedamos con el horario de verano o con el de invierno? Investigadores de la Universidad de Granada, en un estudio mundial sobre el impacto biológico del cambio horario, se decantan por el horario de invierno.
Su razonamiento se basa en: "el horario de invierno evita el exceso de luz por la tarde/noche, considerado perjudicial para la salud al alterar el sistema cronobiótico de las personas". Mantener el horario de verano todo el año implicaría amaneceres muy tardíos en invierno, lo que agravaría los problemas de sueño y fatiga matutina. El horario de invierno, en cambio, se alinea mejor con nuestro ritmo natural.