Resurgimiento biológico: descubren un ser vivo congelado durante 40.000 años que ahora es una amenaza global

Unos microbios permanecían ocultos en el permafrost de Alaska desde hace 40.000 años, pero ahora el deshielo los ha devuelto a la vida y podrían tener un gran impacto sobre el planeta, siendo una amenaza por su capacidad para acelerar el cambio climático.

El deshielo que está sufriendo el Ártico hace que los científicos estén haciendo importantes hallazgos en el permafrost, con especies que han conseguido conservarse inalteradas con el paso del tiempo. Sin embargo, también está dando pie al resurgimiento biológico, lo que no siempre son buenas noticias.

Ahora los científicos han encontrado un ser vivo congelado durante 40.000 años que podría tener un gran impacto en nuestro planeta, convirtiéndose en una amenaza global por su posible capacidad para suponer un aceleramiento del cambio climático.

RESURGIMIENTO BIOLÓGICO EN EL ÁRTICO

Descubrimiento biológico de un ser vivo congelado durante 40.000 años alerta a la comunidad científica
Fuente: Freepik

Tras conocer la criatura extinta de 9.000 años conservada perfectamente que los científicos planean resucitar, nos encontramos con nuevos hallazgos que son posibles gracias al deshielo que sufre el Ártico, el cual está activando una peligrosa reacción en cadena con consecuencias que pueden afectar a todo el mundo.

Publicidad

Aunque hay quienes pueden considerar que es una buena noticia el poder obtener información sobre la vida en el planeta que se mantuvo congelado durante miles de años, la realidad es que puede llegar a tener consecuencias realmente severas para el planeta.

A medida que el permafrost, como conocemos al suelo permanente helado, va perdiendo consistencia, se están liberando potentes gases de efecto invernadero que se encontraban atrapados en su interior, lo que puede llegar a ser realmente peligroso para el planeta.

UN PROBLEMA BIOLÓGICO QUE PUEDE CALENTAR EL PLANETA

Hallazgo biológico sorprendente_ un organismo antiguo revivido genera inquietud mundial
Fuente: Freepik

Tras liberarse a la atmósfera los gases de efecto invernadero atrapados en el interior del permafrost, nos encontramos con un proceso que acelera el calentamiento global, creando de esta manera un círculo vicioso que incrementa su gran capacidad de destrucción.

Al mismo tiempo que los científicos se sorprenden por las bacterias que respiran electricidad y viven sin oxígeno, ahora nos hemos encontrado con un resurgimiento biológico que puede tener graves consecuencias para la humanidad y el planeta en general. La complejidad observada en este proceso hace que incluso los esfuerzos por mejorar la calidad del aire puedan tener efectos inesperados.

Los responsables de que se produzca este fenómeno son una serie de microorganismos que han estado en letargo durante 40.000 años y que ahora, con motivo del deshielo del Ártico, regresan a la vida.

Una reciente investigación que ha sido llevada a cabo por parte de un laboratorio de Alaska ha desvelado lo que podría ser un gran problema biológico, puesto que el deshielo ha provocado la reactivación de un ser vivo que llevaba milenios congelado y que puede ser tremendamente peligrosa.

Este tipo de descubrimientos bajo el hielo se han convertido en una constante, después de que el calentamiento global haya llevado a que cada vez el hielo esté desapareciendo con mayor rapidez y queden al descubierto los secretos del permafrost.

Publicidad

Como ya hemos mencionado, a priori puede parecer una buena noticia el poder dar con este tipo de hallazgos, pero solo son una prueba más del problema que afronta el planeta. Ahora, los científicos han encontrado este resurgimiento biológico, hallazgo tras el cual se encuentra la Universidad de Colorado.

EL PELIGRO BIOLÓGICO BAJO EL HIELO ÁRTICO

Un ser biológico preservado por milenios se convierte en un reto global tras su reaparición
Fuente: Freepik

El equipo de geólogos y biólogos dirigido por CU Boulder ha resucitado estos microbios atrapados en el hielo que han permitido llegar a conclusiones de relevancia para la comunidad científica. Los científicos analizaron las muestras extraídas de un túnel de investigación perforado a más de 100 metros de profundidad.

Una vez que las muestras llegaron al laboratorio, comenzaron a indagar sobre este descubrimiento biológico, donde observaron que los microbios, cuando despertaban, comenzaban a consumir materia orgánica de su entorno, al mismo tiempo que expulsaban dióxido de carbono y metano, con lo que ello supone para el planeta.

Este hallazgo ha confirmado el mecanismo exacto del peligro que se esconde bajo el hielo ártico, además de comenzar a lanzar un mensaje de alerta de lo que puede suceder en el futuro. El autor principal del estudio, Tristán Caro, afirmó que "estas muestras no están muertas en absoluto", asegurando que aun miles de años después "son muy capaces de albergar vida robusta, capaz de descomponer materia orgánica y liberarla en forma de dióxido de carbono”.

Más allá de la liberación de gases por parte de estos seres vivos en este hallazgo biológico, los científicos alertan de otras consecuencias visibles que ya se aprecian en algunas regiones, donde los ríos se vuelven de color naranja. El motivo no es otro que la oxidación de minerales liberados por el deshielo.

EL HALLAZGO BIOLÓGICO QUE ES UNA AMENAZA PARA EL PLANETA

El resurgimiento biológico de una especie congelada plantea nuevas amenazas a nivel global
Fuente: Freepik

A pesar de que existe preocupación por este hallazgo biológico y las consecuencias que puede tener para el planeta, en el propio estudio se hizo un matiz que es importante tener en cuenta: la reacción no se dará de una forma inmediata.

De esta forma, aunque los microorganismos encontrados por el deshielo revivieron, su crecimiento inicial fue extremadamente lento. De hecho, no fue hasta que pasaron 6 meses cuando su actividad metabólica se disparó para alcanzar el máximo rendimiento, momento en el que comenzó con su emisión masiva de gases. Esto significa que existe un periodo de latencia que se debe contemplar a la hora de tratar de mitigar su impacto.

Es por este motivo por el que el mayor riesgo al que apuntan los científicos no tiene que ver tanto con los picos de calor puntuales, sino con la duración de las estaciones cálidas. El gran problema que destacan los investigadores tiene que ver con el hecho de que los veranos en el Ártico son cada vez más largos y templados.

Esto significa que estos microorganismos que han estado durante miles de años dormidos en el hielo, ahora tendrían una ventana de tiempo perfecta para que completen su despertar, y eso es lo que preocupa a los expertos. Todo tiene que ver por el hecho de que puede convertirse en una bomba de relojería climática, en la que todo depende de las condiciones que se den en la región en la que se encuentren.

Publicidad

A pesar de estas primeras conclusiones, aún hay muchas preguntas en el aire sobre estos microbios, como por ejemplo si se comportan de la misma forma en todas las partes del mundo.

Publicidad