Madrid pone a prueba la lluvia con un laboratorio que fabrica tormentas para prevenir inundaciones

El complejo reproduce lluvias reales, desde chubascos suaves hasta tormentas torrenciales de hasta 70 milímetros por hora.

El tema de las inundaciones, al igual que el de los terremotos es complejo de tratar debido a que pueden llegar a ser impredecibles. ¿Te imaginas que Madrid pudiera provocar una tormenta cuando quisiera? Pues ya puede hacerlo. El Canal de Isabel II ha creado en Meco un laboratorio que fabrica lluvia a la carta, el primero de su tipo en toda Europa. Un simulador que permite estudiar qué materiales urbanos (desde pavimentos hasta tejados) son más eficaces para evitar inundaciones cuando el cielo se desata.

Y no hablamos de una simple manguera gigante. Este complejo reproduce lluvias reales, desde chubascos suaves hasta tormentas torrenciales de hasta 70 milímetros por hora, con el nivel de contaminación que se registra en diferentes zonas de Madrid. ¿El objetivo? Diseñar ciudades más permeables, sostenibles y preparadas para el cambio climático.

Un laboratorio que fabrica tormentas

Un laboratorio que fabrica tormentas
Los investigadores provocan lluvias tan reales que incluso pueden medir la velocidad del agua. Fuente: Agencias

El simulador de lluvias ocupa más de 3.000 metros cuadrados y puede recrear cualquier tipo de precipitación que haya caído (o caiga en el futuro) sobre la Comunidad de Madrid. A través de un sistema controlado de boquillas, bombas y sensores, los investigadores provocan lluvias tan reales que incluso pueden medir la velocidad del agua al filtrarse o escurrirse por el suelo.

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Con estas pruebas, el Canal de Isabel II estudia qué materiales permiten absorber mejor el agua y cuáles la repelen, lo que no es poca cosa, dados los males mayores que se pueden evitar. Porque no todos los suelos son iguales, una baldosa cerámica, por ejemplo, apenas deja pasar el agua, mientras que una capa de grava puede retener gran parte de la lluvia y filtrar contaminantes. Este laboratorio es tan preciso que puede recrear tormentas históricas de Madrid o incluso simular las lluvias extremas de otras ciudades del mundo, como Londres o Tokio.

Tecnología para ciudades que respiran

Tecnología para ciudades que respiran
Los resultados ya están inspirando proyectos urbanos reales. Fuente: Agencias

Lo que se estudia en este laboratorio no se queda en el papel. Los resultados ya están inspirando proyectos urbanos reales. En el estadio Metropolitano, por ejemplo, se usa un pavimento permeable que gestiona la escorrentía del agua durante los días de lluvia. Y el ambicioso proyecto Madrid Nuevo Norte incorporará cubiertas vegetales, zonas verdes filtrantes y materiales que “respiran”.

Según los técnicos del Canal, los sistemas de drenaje sostenible (SUDS) que se prueban en Meco pueden reducir hasta un 80% la contaminación del agua de lluvia y un 70% el caudal que llega al alcantarillado. En otras palabras, menos riesgo de inundaciones y menos presión sobre el sistema de saneamiento.

En Madrid, una tormenta intensa puede generar más de 100 millones de litros de agua en apenas una hora. Con materiales permeables, una gran parte de esa lluvia podría filtrarse directamente al subsuelo en lugar de desbordar las alcantarillas.

Prevenir el caos antes de que caiga la próxima DANA

Prevenir el caos antes de que caiga la próxima DANA
El proyecto ha supuesto 1,3 millones de euros de inversión. Fuente: Agencias

Las lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes por el cambio climático, han convertido a este simulador en una herramienta clave. El objetivo es anticiparse a los efectos de las DANAs y evitar imágenes de calles anegadas, garajes inundados o carreteras cortadas.

El consejero de Medio Ambiente, Carlos Novillo, lo resume así: “Invertimos en conocimiento, innovación y prevención para proteger a la ciudadanía”. Y no es poca cosa: el proyecto ha supuesto 1,3 millones de euros de inversión, con más de 600.000 destinados solo a construir el simulador.

Los experimentos incluyen desde cubiertas drenantes hasta zanjas que recogen y limpian el agua antes de que llegue al sistema público. Así, cada gota cuenta. Y no solo para evitar inundaciones, sino también para mejorar la calidad del agua y devolverla más limpia a los cauces naturales. El laboratorio de Meco recibe materiales de toda Europa. Sus resultados servirán para diseñar las ciudades del futuro, capaces de absorber, filtrar y reutilizar el agua sin colapsar ante las tormentas.

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Un futuro donde la lluvia deja de ser un problema

Un futuro donde la lluvia deja de ser un problema
Con el simulador de lluvias de Meco, Madrid se coloca a la cabeza de Europa. Fuente: Agencias

Con el simulador de lluvias de Meco, Madrid se coloca a la cabeza de Europa en innovación hídrica, un hecho que ha pasado desapercibido incluso y que puede aportar tanto no solo a España, sino al resto de los países. Lo que antes era un enemigo (la lluvia intensa) ahora se convierte en una oportunidad para aprender, prevenir y construir mejor.

Este laboratorio demuestra que la clave no está en luchar contra el agua, sino en convivir con ella inteligentemente, algo que evidentemente no se venía haciendo, prueba de ello, la gran cantidad de inundaciones que azotado a la humanidad a lo largo de los años. Pavimentos permeables, techos verdes y materiales que filtran contaminantes podrían convertirse pronto en la norma de nuestras calles.

El futuro urbano será más verde, más permeable y, sobre todo, más preparado. Porque en la nueva era del clima extremo, no se trata de esperar a que escampe… sino de saber cómo mojarse sin hundirse.

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