Europa endurece el acceso al tabaco cambiando la edad mínima y reduciendo estancos

Bruselas endurece su estrategia antitabaco con medidas que buscan frenar el acceso de los jóvenes y avanzar hacia una Europa sin fumadores.

Europa está aplicando nuevas reglas para frenar el consumo de tabaco, especialmente entre los jóvenes. Porque si bien España aprobó en septiembre la nueva ley antitabaco, ahora Europa plenea lo mismo, pero de forma más contundente aún.

Las medidas más destacadas incluyen elevar la edad mínima para comprar tabaco y reducir los puntos de venta, como los estancos. Estos cambios forman parte de un paquete más amplio respaldado por la OMS y la Comisión Europea para proteger la salud pública y cumplir objetivos de reducción de consumo.

LA UE PREPARA UNA GRAN REFORMA CONTRA EL TABACO

Es así que Irlanda va camino de convertirse en el primer país de la UE que eleva la edad mínima para comprar tabaco a 21 años. El proyecto de ley aprobado en el gabinete irlandés contempla subirla desde los tradicionales 18 años. La medida busca reducir el número de jóvenes que comienzan a fumar al limitar el acceso social al tabaco, especialmente de quienes aún no están legalmente permitidos para comprarlo.

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En Letonia también se ha reducido este riesgo legal: desde 2025 la edad para adquirir tabaco y productos relacionados sube a 20 años, y se aplican restricciones también a sabores en vapeadores y productos similares.

Europa endurece el acceso al tabaco cambiando la edad mínima y reduciendo estancos Fuentes: Agencias
Fuente: Agencias

Otra línea de acción en análisis es disminuir los puntos de venta del tabaco. En España, la Comisión Europea estudia propuestas que afectarían directamente a los más de 12.800 estancos del país. Estas propuestas incluyen limitar licencias, reducir incentivos para los estancos y fijar reglas más estrictas sobre nuevas autorizaciones para vender marcas de cigarrillos.

El argumento oficial es que menos puntos de venta significan menos disponibilidad para quienes están en riesgo de comenzar a fumar, sobre todo los jóvenes, y una mayor capacidad para controlar el acceso al tabaco.

Pero también hay preocupación por el impacto económico. La venta de tabaco representa una parte importante de las ventas en muchos estancos, y estos negocios sostienen familias, empleo rural y recaudación fiscal.

MEDIDAS COMPLEMENTARIAS PARA UNA EUROPA MÁS LIBRE DE HUMO

Además de subir la edad mínima y reducir los estancos, Europa también está impulsando otras medidas para reducir el tabaquismo pasivo y desnormalizar el uso del tabaco:

  • Extender espacios libres de humo a áreas exteriores como parques, terrazas de bares, paradas de transporte, piscinas y zonas infantiles.
  • Aumentar los impuestos al tabaco y productos relacionados. La modificación de la Directiva de Fiscalidad del Tabaco propuesta para 2025/2028 pretende subir las tasas mínimas en todos los Estados miembros.
  • Prohibición de sabores en vapeadores, así como de algunos productos emergentes de tabaco calentado. Letonia ya lo aplica.

EN ESPAÑA SERÁN MILES DE AUTÓNOMOS LOS AFECTADOS

Claro que estas nuevas políticas tienen defensores y detractores. Los defensores subrayan que cada año fallecen cientos de miles de personas en Europa por enfermedades relacionadas con el tabaco, y que las normas actuales no siempre protegen adecuadamente a los jóvenes o a quienes no fuman pero están expuestos al humo. Subir la edad de venta y reducir puntos de compra se considera una estrategia eficaz para "romper" la cadena de iniciación al tabaquismo.

Pero las críticas apuntan a lo económico y social: los estancos, muchos de ellos pequeños comercios locales, podrían sufrir pérdidas muy importantes. En España se habla de miles de autónomos afectados. También hay preocupación por el comercio ilegal que podría crecer si la oferta legal se reduce demasiado.

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Europa endurece el acceso al tabaco cambiando la edad mínima y reduciendo estancos Fuente: Europa Press
Un estanco ubicado en Madrid Fuente: Europa Press

En algunos países, como Reino Unido, se plantea algo más ambicioso: prohibir la venta de tabaco a quienes nazcan a partir de cierta fecha (por ejemplo 2009). Esa propuesta aún está en discusión, pero marca la tendencia de políticas que buscan no solo restricciones, sino un cambio generacional completo.

Como ocurre ya en España, Europa parece inclinarse hacia una regulación del tabaco más estricta, con énfasis en prevención, salud pública y reducción del tabaquismo amplio. Subir la edad, limitar los estancos y endurecer impuestos y espacios libres de humo componen un frente común en países que buscan no solo disminuir números, sino cambiar los hábitos.

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