Mucha gente cree que apagar el router por la noche es un gesto fundamental para ahorrar en la factura de la luz, pero la realidad es muy distinta. Lo sabe bien Miguel Ríos, un electricista madrileño de 56 años que lleva media vida lidiando con los misterios del consumo eléctrico en los hogares, y él asegura que el verdadero problema no está en la conexión a internet. ¿Y si te dijera que ese pequeño acto de desconectar el wifi apenas mueve la aguja de tu gasto mensual?
El verdadero quid de la cuestión, según nos cuenta Miguel, no está en ese parpadeo luminoso que nos da acceso al mundo digital. De hecho, señala directamente a otro aparato que casi todos tenemos justo al lado y que permanece en un silencio traicionero, y este dispositivo wifi es solo la punta de un iceberg de consumo fantasma que puede estar costándote una pequeña fortuna cada año. Prepárate, porque lo que vas a descubrir puede cambiar tu relación con los enchufes para siempre.
¿POR QUÉ OBSESIONARSE CON EL ROUTER ES UN ERROR?

La creencia popular ha puesto al router en el punto de mira, pero las cifras cuentan una historia muy diferente y tranquilizadora. Un dispositivo estándar, encendido las 24 horas del día, tiene un consumo energético realmente bajo, y es que un router moderno consume de media entre 5 y 10 vatios por hora, lo que se traduce en un impacto mínimo en la factura anual. Hablamos de un gasto que rara vez supera los diez euros al año, una cantidad casi simbólica.
Para ponerlo en perspectiva, el consumo de tu router es comparable al de una bombilla LED de bajo consumo, y es importante entender que este módem-router está diseñado para ser un dispositivo de alta eficiencia energética. Hay muchos otros electrodomésticos en tu casa que, incluso en reposo, están librando una batalla mucho más costosa contra tu cartera. Centrar todos los esfuerzos en él es como intentar achicar el océano con un dedal.
EL 'LADRÓN SILENCIOSO' QUE TIENES AL LADO DE LA TELEVISIÓN
Justo cuando dejas de mirar el router, es probable que tus ojos se posen sobre el verdadero culpable del que habla Miguel: el decodificador de la televisión. Ese aparato, a menudo olvidado, es uno de los mayores vampiros energéticos del salón, y es que el decodificador de TV puede consumir entre 10 y 20 vatios incluso en modo de espera, duplicando o triplicando el gasto del aparato que te da la señal wifi.
¿Y por qué este consumo tan elevado? A diferencia de otros aparatos, el decodificador nunca "duerme" del todo. Necesita estar alerta para recibir actualizaciones de software, grabar programas o encenderse al instante con el mando a distancia, y este punto de acceso a tus canales favoritos mantiene sus circuitos internos en constante actividad. Este estado de alerta permanente es lo que, céntimo a céntimo, va inflando la factura de la luz sin que te percates.
LA BANDA COMPLETA: MÁS ALLÁ DEL DECODIFICADOR

El decodificador es el cabecilla, pero no actúa solo. El llamado "consumo fantasma" es la suma de muchos pequeños gastos que, juntos, forman una cifra alarmante, y las consolas de videojuegos, los altavoces inteligentes o las impresoras son otros grandes consumidores en reposo. Cada uno de estos equipos de red, con su lucecita encendida o su sistema en espera, añade su granito de arena a un derroche que podrías evitar fácilmente, sin tocar el router.
Y la lista no termina ahí. ¿Qué hay de los cargadores de móvil que se quedan enchufados sin teléfono, el microondas con su reloj digital o la cafetera lista para funcionar? Son los actores secundarios de este drama eléctrico, y el aparato de internet es insignificante comparado con la suma de todos estos pequeños gastos continuos. Individualmente parecen inofensivos, pero en conjunto representan un agujero por el que se escapa tu dinero cada día.
¿CUÁNTO DINERO SE TE ESCAPA CADA AÑO POR ESTE DESCUIDO?
Ahora vamos a lo que de verdad importa: las cifras. Este goteo silencioso y constante de energía no es ninguna broma para tu bolsillo. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo fantasma representa entre un 7% y un 11% del gasto eléctrico total de un hogar español, y este consumo invisible puede suponer un coste anual de entre 60 y más de 100 euros de media. En hogares muy equipados, la cifra de 180€ que menciona Miguel no es una exageración.
Piénsalo de otra manera. Ese dinero que se evapora a través de los enchufes es como pagar una factura de la luz extra cada año, un mes "fantasma" que abonas sin recibir nada a cambio, y la suma de todos los aparatos en 'standby' genera un gasto totalmente evitable. No se trata de volverse loco desenchufando el router cada dos por tres, sino de identificar a los verdaderos responsables y actuar sobre ellos de forma inteligente.
RECUPERA EL CONTROL DE TU FACTURA: TRES GESTOS CLAVE

La solución más eficaz, barata y sencilla para atajar este problema de raíz es sorprendentemente simple: las regletas con interruptor. Este gesto te permite apagar por completo un grupo de aparatos con un solo clic, y utilizar una regleta para la zona del televisor corta de raíz el consumo del decodificador y la propia tele. Puedes tener una para el televisor y sus satélites, y otra para el ordenador y sus periféricos, dejando el router en un enchufe independiente si necesitas conexión constante.
Para un control aún mayor, los enchufes inteligentes son tus mejores aliados, ya que te permiten programar el encendido y apagado desde el móvil, asegurando que nada consuma energía cuando no es necesario. Pero el cambio más profundo es el de mentalidad: acostumbrarse a apagar la regleta al ir a dormir o al salir de casa es el gesto definitivo. Al irte de vacaciones, por ejemplo, desconecta todo lo que no sea esencial, incluido esta vez sí, el router. Porque al final, el ahorro no está en obsesionarse con un solo cable, sino en entender que cada vatio cuenta y que el control, afortunadamente, está en tu mano.