Por fin el Black Friday se enfrenta a la justicia. ¿Realmente estás aprovechando descuentos o cayendo en una trampa bien maquillada? Cada noviembre, el Black Friday promete precios irresistibles, pero tras las etiquetas de “-50%” o “-70%” se esconden, a veces, auténticas artimañas de marketing. La Justicia acaba de poner el foco en este fenómeno y ha destapado lo que muchos sospechaban: no todo lo que brilla en el Viernes Negro es ahorro.
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha avalado las sanciones impuestas por el Ministerio de Consumo a siete empresas que inflaron precios antes del Black Friday para luego bajarlos al nivel original y presentarlos como “ofertas”. Una práctica que no solo vulnera la ley, sino que erosiona la confianza del consumidor en uno de los eventos comerciales más potentes del año.
“Subir antes para bajar después”: el truco más viejo del Black Friday

No es una leyenda urbana: tres de las empresas sancionadas reconocieron haber falseado los descuentos, mientras que otras cuatro recurrieron las multas. En total, las sanciones rozan los 350.000 euros, y una de las compañías ha tenido que depositar un aval de 110.000 euros mientras se resuelve su recurso.
El truco es simple, días antes del Black Friday, los precios suben discretamente; llegado el gran día, los bajan al valor original y los anuncian como una ganga. Este método, tan habitual como fraudulento, vulnera el artículo 20 de la Ley de Ordenación del Comercio Minorista, que obliga a usar como referencia el precio más bajo de los últimos 30 días.
Para evitar este tipo de estafas, antes de lanzarte al descuento del año, usa herramientas como Keepa o CamelCamelCamel, que muestran el historial de precios en Amazon y otras tiendas. En segundos sabrás si el “chollo” es real o un espejismo digital.
La batalla legal que marca un precedente

La decisión del tribunal no solo castiga a las empresas infractoras, se trata de una decisión que marca un antes y un después en la vigilancia del comercio online. Con herramientas como la Price Reduction Tool (creada por la Comisión Europea y que muy pocos conocen), la Dirección General de Consumo puede rastrear en tiempo real si una rebaja cumple las normas.
Esto significa que, en el Black Friday 2025, los consumidores estarán más protegidos y las empresas deberán pensárselo dos veces antes de “maquillar” precios. El Ministerio de Consumo ya ha adelantado que investiga nuevas irregularidades en las campañas de 2024, lo que podría derivar en más sanciones.
Los falsos descuentos no son una excepción. Según la OCU, hasta el 40% de las ofertas del Black Friday no representan una rebaja real. En muchos casos, los precios son idénticos o incluso más altos que semanas antes.
Cómo protegerte de las falsas gangas

El primer paso es ser escéptico. Los grandes carteles rojos con porcentajes gigantes no garantizan ahorro. Lo que sí lo hace es la comparación. Dedica unos días antes del Black Friday a anotar los precios de los productos que te interesan y revisa si las rebajas son auténticas cuando llegue la fecha.
Otra señal de alerta son los descuentos excesivos en marcas populares, un 70% de rebaja en un portátil de última generación o en un televisor OLED suena más a trampa que a oferta. Además, las gasolineras de las rebajas también existen: tiendas online que aparecen solo en estas fechas, sin información fiscal ni política de devoluciones clara.
Instala extensiones como Honey o LetyShops para comparar precios entre tiendas y acceder a devoluciones por cashback. Y, si ves algo sospechoso, denúncialo en la Oficina de Atención al Consumidor o en la plataforma de tu comunidad autónoma.
Un Black Friday más transparente (si tú también vigilas)

El fallo judicial es un toque de atención directo a las empresas, pero también un recordatorio para los consumidores, la mejor defensa es la información. El Black Friday puede seguir siendo una oportunidad real de ahorro, siempre que compremos con cabeza y no con impulso.
Desafortunadamente, el marketing de la actualidad es capaz de jugar con la necesidad de los consumidores, generando esa urgencia por las compras justo antes de que inicie el Black Friday. Porque los descuentos verdaderos existen, pero solo ganan los que comparan, investigan y no se dejan llevar por la urgencia del “último día”. Este noviembre, más que buscar el 50%, busca la verdad detrás del cartel.