La red de recarga, los cargadores para coches eléctricos en España, tiene un problema serio. Y es que más de 14.000 puntos de carga no funcionan, lo que supone alrededor del 22% del total instalado, según datos de la Asociación de Fabricantes de Vehículos (ANFAC). Esta situación limita el uso real de la movilidad eléctrica, aunque cada vez se instalen más cargadores.
Hay varias razones detrás de esto. Uno de los principales problemas es la saturación de la red eléctrica, lo que complica obtener los permisos necesarios para conectar nuevos puntos de carga. También hay dispositivos que, aunque instalados, todavía no están operativos por falta de suministro eléctrico, mantenimiento pendiente o averías.
UN 22% DE LOS CARGADORES PARA COCHES ELÉCTRICOS NO FUNCIONA EN ESPAÑA
La situación varía según la región. En Galicia, por ejemplo, el 26% de los 2.772 puntos de recarga de acceso público instalados no están operativos. En la Comunidad Valenciana, cerca del 25% de los 6.755 cargadores están fuera de servicio. En comunidades con una red más amplia, como Madrid, Cataluña y Andalucía, el porcentaje de puntos de recarga fuera de servicio oscila entre el 21% y el 22%.
A pesar de que la red de puntos de recarga continúa creciendo, con un aumento del 8,8% en el tercer trimestre de 2025, la presencia de cargadores fuera de servicio representa un obstáculo para la adopción masiva de vehículos eléctricos. La falta de infraestructura operativa y la incertidumbre sobre la disponibilidad de puntos de recarga hacen por generar cada vez más desconfianza entre los usuarios.
Además, la mayoría de los instalados son de baja potencia, lo que resulta en tiempos de recarga largos y poco prácticos para los conductores. Solo el 10% de los puntos de recarga ofrecen una potencia superior a 150 kW, lo que limita la viabilidad de los vehículos eléctricos como opción para viajes largos o como vehículo principal.

La situación se complica aún más con la aparición de "cargadores fantasmas", es decir, puntos de recarga que están instalados pero no operativos. Estos cargadores no solo generan frustración entre los conductores, sino que también afectan negativamente la confianza en la infraestructura de recarga y en la transición hacia una movilidad más sostenible.
Y LOS PUNTOS DE CARGA PARA COCHES ELÉCTRICOS QUE SÍ FUNCIONAN SON DE BAJA POTENCIA
Ante este panorama, la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE) ha decidido ajustar su metodología de recopilación de datos, enfocándose únicamente en los puntos de recarga activos en el momento de realizar los informes. Esta medida busca proporcionar una imagen más precisa del estado real de la red de recarga en España.
Según los datos recopilados por Anfac hasta el 30 de septiembre, España cuenta con 52.107 puntos de recarga pública operativos. Si se incluyen los cargadores fuera de servicio, la cifra total asciende a 66.750.
Unas cifras que todavía andan muy lejos de los pronósticos realizados por el Gobierno a finales del 2024, cuando explicaron que la intención era que para mediados de este 2025, aproximadamente para final de verano, hubieran en España unos 100.000 cargadores en total.
ESPAÑA CUENTA CON APENAS 66.700 CARGADORES, MUY LEJOS DE LOS 100.000 PRONOSTICADOS POR EL GOBIERNO
Este panorama evidencia la necesidad de centrar la atención en una realidad que limita tanto la disponibilidad como la operatividad de la red de movilidad eléctrica en el país.
La falta de operatividad de una parte significativa de la infraestructura de recarga plantea interrogantes sobre el compromiso de las autoridades y empresas con la movilidad eléctrica. Es esencial que se tomen medidas urgentes para garantizar el funcionamiento de los cargadores existentes, mejorar la calidad de la red y asegurar que la transición hacia una movilidad más sostenible sea efectiva y accesible para todos los usuarios que se han pasado a la movilidad eléctrica.