No Existe un tiempo estipulado para superar la pérdida de un familiar, y cuando juntamos esta variable con la económica, el escenario se complica, porque las empresas no entienden de pérdidas. ¿Alguna vez has tenido que volver al trabajo solo dos días después de perder a un ser querido? Para muchos, ese plazo se siente inhumano. Por eso, el nuevo plan del Ministerio de Trabajo promete cambiar las reglas, ampliar el permiso por fallecimiento hasta 10 días. Una medida que suena empática… pero que ya ha desatado una tormenta entre sindicatos, empresarios y hasta dentro del propio Gobierno.
La idea parte de una reflexión de Yolanda Díaz, ministra de Trabajo: “Nadie puede trabajar bien dos días después de perder a un familiar”. Sin embargo, mientras los sindicatos celebran este avance, la CEOE lo califica de “ocurrencia” y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, pide “contar con las empresas” antes de seguir adelante. ¿Qué hay realmente detrás de esta medida que busca humanizar el duelo laboral?
Diez días de duelo laboral: la propuesta que lo cambia todo

Actualmente, el Estatuto de los Trabajadores solo concede dos días de permiso (cuatro si hay desplazamiento) por el fallecimiento de un familiar hasta segundo grado. La nueva propuesta de Díaz ampliaría ese permiso hasta 10 días retribuidos, en función del parentesco. Además, el Ministerio planea crear un nuevo permiso para cuidados paliativos, pensando en quienes acompañan a un familiar en sus últimos días.
El cambio se aprobaría por decreto ley, sin necesidad de votación parlamentaria inmediata, aunque aún se está definiendo el grado de consanguinidad que cubrirá. Desde el entorno de la ministra aseguran que el texto “ya está redactado” y que el objetivo es equiparar a España con otros países europeos, donde los permisos por duelo son más amplios.
Si la medida se aprueba, conviene revisar tu convenio colectivo, porque algunos sectores ya contemplan permisos especiales que podrían acumularse o mejorarse con la nueva ley.
Empresas en alerta: “Es fácil prometerlo cuando no hay que pagarlo”

Pero no todos aplauden el anuncio. Desde la CEOE, su presidente Antonio Garamendi lo ha tildado de “ocurrencia”, criticando que la medida se haya lanzado sin negociación previa ni informe económico. “Es muy fácil ofrecerlo si no hay que pagarlo”, apuntan muchos empresarios, especialmente las pymes, que temen asumir el coste directo de esos días de ausencia.
Por su parte, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha pedido “equilibrio” y ha recordado que cualquier avance en derechos laborales debe hacerse “de la mano de las empresas”. En otras palabras, el Gobierno quiere mejorar la conciliación, pero sin poner en jaque la productividad.
En países como Francia o Portugal, los permisos por fallecimiento ya rondan los 7 a 10 días, y las empresas reportan un impacto mínimo a largo plazo gracias a la mejora del bienestar emocional de los trabajadores.
Sindicatos a favor, pero con matices

Los sindicatos UGT y CCOO han celebrado la propuesta, calificándola de “buena noticia que llega tarde”. Sin embargo, ambos han coincidido en criticar la falta de diálogo social, reclamando que estas reformas se acuerden con todas las partes implicadas. “España estaba a la cola en protección por fallecimiento”, recordó Unai Sordo, de CCOO, quien añadió que muchos empleados acababan pidiendo bajas médicas por no poder afrontar el duelo.
La asociación de autónomos UATAE también ha aplaudido la iniciativa, pidiendo que se amplíe a los trabajadores por cuenta propia. “Los autónomos también merecen detener su actividad sin miedo a perder ingresos”, señalan.
Aunque el permiso se amplíe, la gestión emocional sigue siendo clave. Aprovechar esos días no solo para trámites, sino para descansar, pedir ayuda o acompañar a los tuyos, puede marcar la diferencia en tu recuperación emocional.
Un cambio necesario… si se hace con cabeza

El debate está servido. Para unos, la medida es un avance en humanidad y empatía; para otros, una decisión improvisada que puede poner en apuros a muchas empresas. Pero lo cierto es que, en un país donde la productividad muchas veces se mide en horas y no en bienestar, parar a llorar, cuidar y despedir también es trabajar por una sociedad más sana.
España lleva años debatiendo sobre cómo equilibrar la vida laboral y personal. Este nuevo permiso puede ser un paso adelante, siempre que venga acompañado de diálogo, planificación y apoyo real a las empresas que sostienen el tejido productivo. Con los pros y los contras del anuncio, los trabajadores y empresas siguen esperando un anuncio definitivo para poder tomar medidas.
Quizá la pregunta no sea si podemos permitirnos 10 días de duelo, sino si podemos seguir funcionando sin concederlos. Porque, al final, el trabajo se recupera… pero el tiempo para despedirse, no.