Las luces de la pantalla son suficiente para superar el nivel que puede captar la cámara, el ruido de la gente puede tapar los oídos. Mora, uno de los grandes fenómenos puertorriqueños que ha ayudado a poner la isla caribeña en el centro del panorama de la música en español, sale a escena rodeados de luces que van del neón. Sabe crear expectación, también sabe controlar a una audiencia y crear una fiesta, y hacer que la gente baile.
Puede parecer una tontería, pero con la edad uno pierde de vista lo que es un fenómeno, y pasa demasiado temprano. El Movistar Arena de Madrid no solo estaba llenó hasta el tope, sino que cada canción fue coreada al punto donde fue difícil escucharlo por momentos. Es un nivel de entrega que no es tan común, incluso entre las superestrellas. Un público joven que busco un viernes o un sábado para escapar de todo, en base a dem bow, neon y un artista entregado desde el segundo uno.
Ayuda que la canción que abre y da nombre a la gira, 'Lo mismo de siempre', es un tema diseñado para iniciar un concierto. Los sintetizadores lentos, y el juego de luces, (el diseño del escenario merecería un artículo aparte, transformándose una playa, una disco y un festival de electrónica durante el concierto) hacen explotar a una audiencia que se cuelga de cada palabra del puertorriqueño, cantandola y gritándole a todo pulmón, y mantuvieron la emoción a través de temas como 'Bandida', 'Aurora' o 'De Paquete'.
Si un problema tuvo el concierto fue lo repetitivo de los ritmos. Aunque tiene algunos temas que rompen la tensión del look de dem bow, como la bachata de 'Droga', las baladas como 'Que Habilidad' o '¿Dónde se aprende a Querer?' o las explosiones electrónicas de algunos momentos cómo el inicio de solaris, es evidente que hubo un ritmo central en todo el show. Aún así la presencia de músicos en vivo y su energía lo separan de otros shows del género, y la explosiva reacción a temas como 'La Inocente' o 'Una Vez' son un recordatorio de lo potente que puede ser la retroalimentación de un artista y su público. Incluso los invitados como Soge Culebra, muchas veces capaces de robarse un show, nunca generaron una mayor reacción que el inicio de otro hit.
EL REGGAETÓN CON BANDA EN VIVO SUENA MEJOR
Si algo se hizo claro durante las más de dos horas que Mora se paseó por la tarima del Movistar Arena de Madrid es lo importante que eran sus músicos para mantener la potencia de su presentación. No llevó una banda completa, solo un artista en el bajo y la guitarra y otro en los sintetizadores. Fueron el pulso de todo el concierto, y un recordatorio de su importancia donde otros artistas de trap y reggaetón han pasado solo con los sonidos de una laptop con una lista de reproducción que podía salir de Spotify.

Pero si algo sufre el show es por una de las convenciones del género. Es evidente que no puede cargar a artistas como C. Tangana, Delarose o Feid en la mochila de su gira. Es cierto que la combinación de las pistas de voz, la instrumentación en vivo y las voces del público por el momento tapaban las ausencias, pero es un problema difícil de esconder para todo el género, aunque algunas artistas lo manejan mejor que otros
Aun así, cuando tomó la tarima para su última canción, 'Detrás de tu alma', con su camiseta del Real Madrid, el público estaba entregado. Son 16.000 personas sin ganas de irse a dormir, que habrán cazado una discoteca con espacio en una Madrid que se ha entregado por dos noches a bailar al ritmo de Mora.