Los científicos no dejan de trabajar y dar con nuevos hallazgos que nos ayudan a entender de una mejor manera la forma en la que funciona nuestro planeta, en muchos casos con descubrimientos que pueden llegar a tener gran importancia, como el que ha tenido lugar en Guiza, Egipto.
Concretamente, han sido científicos procedentes de China quienes, a través de una avanzada tecnología en uno de sus radares, han conseguido detectar una inusual burbuja de energía sobre la Gran Pirámide de Guiza, lo que puede afectar de diferente forma al planeta y las comunicaciones.
DETECTAN UNA BURBUJA DE PLASMA SOBRE LA GRAN PIRÁMIDE DE GUIZA

La ciencia no deja de sorprendernos, y tras conocer la existencia de un fenómeno natural que podría explicar el surgimiento de nuevas especies, ahora nos hemos encontrado con un importante hallazgo que llega de la mano de unos científicos chinos.
Un radar desarrollado en China ha detectado una burbuja de plasma sobre la Gran Pirámide de Guiza por primera vez en la historia, según los científicos que han dado con este descubrimiento. Al mismo tiempo, el equipo encontró otra burbuja similar en el hemisferio opuesto, en las Islas Midway, en el Pacífico.
Los científicos chinos utilizaron un nuevo instrumento llamado LARID, un "superradar" de largo alcance que se encuentra en la Isla de Hainan, en el sur de China. Desde allí pueden observar irregularidades en la ionosfera a miles de kilómetros de distancia.
De esta forma, China se ha convertido en el primer país del mundo en conseguir detectar estas burbujas de plasma con un radar, como sostienen los científicos del Instituto de Geología y Geofísica de Pekín. LARID ha proporcionado así una nueva forma de observar estos fenómenos en tiempo real, lo que permite obtener mucha más información de cómo se forman y se desplazan.
BURBUJA DE PLASMA INVISIBLE PARA EL OJO HUMANO SOBRE LA GRAN PIRAMIDE DE GUIZA

Según este nuevo estudio, el LARID hizo la detección de una gran burbuja de plasma invisible para el ojo humano sobre la Gran Pirámide de Guiza entre el 4 y el 6 de noviembre de 2023. La observación coincidió con una tormenta solar.
Al mismo tiempo se dio la observación de una burbuja similar sobre las Islas Midway, un atolón de un atolón de 6,2 kilómetros cuadrados en el noroeste del archipiélago de Hawái, en el océano Pacífico. En ambos casos, los científicos usaron los ecos devueltos por el radar para seguir el movimiento de estas burbujas.
"Detectamos ecos que provenían tanto del norte de África como del Pacífico central", afirman en el estudio. Gracias a ese análisis en tiempo real, permitió estudiar la velocidad, el tamaño y la propia evolución de las burbujas mientras se desplazaban a través de la ionosfera, algo que no se había logrado hasta el momento.
Las burbujas de plasma, como la detectada en la Gran Pirámide de Guiza tienen lugar cuando una región de la ionosfera, que es la capa superior de la atmósfera, pierde grandes cantidades de electrones. Así da lugar una "burbuja" de baja densidad con partículas cargadas y que puede alcanzar cientos de kilómetros de diámetro.
Estas burbujas pueden causar graves interrupciones en dispositivos de posicionamiento GPS y en las comunicaciones por satélite. Este tipo de fenómenos tiene mayor incidencia en regiones de baja latitud, donde estas alteraciones pueden llevar a afectar de manera crítica a las telecomunicaciones y la navegación.
CÓMO FUNCIONA EL RADAR LARID USADO PARA ESTE DESCUBRIMIENTO EN GUIZA

El LARID que ha hecho el descubrimiento de la burbuja de plasma sobre la Gran Pirámide de Guiza es un sistema de radar de alta frecuencia que está concebido para detectar anomalías en la ionosfera. Este radar chino se ubica en la Isla de Hainan y es capaz de detectar hasta a 9.600 kilómetros de distancia.
El radar emite ondas electromagnéticas hacia la ionosfera, donde rebotan y, cuando encuentra una burbuja de plasma, parte de la señal regresa al radar, que opera con dos conjuntos de antenas. Este sistema puede ajustar de manera automática su frecuencia y otros parámetros para adaptarse a las condiciones atmosféricas y las necesidades de observación.
Por todo ello, permite ver más allá del horizonte, lo que implica que LARID tiene la capacidad de poder llegar a detectar fenómenos que se encuentran mucho más lejos del alcance de los radares convencionales.
El instrumento es, por lo tanto, útil para poder recoger datos de fenómenos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, además de permitir que los científicos puedan analizar su comportamiento en tiempo real, algo que hasta ahora parecía imposible a tanta distancia.
FUTURAS APLICACIONES DESPUÉS DEL HALLAZGO EN GUIZA

Mientras una grieta en la Tierra amenaza con hacer desaparecer un continente, ahora nos encontramos con que LARID ha demostrado ser una herramienta clave para la observación de fenómenos atmosféricos, no tiene aplicaciones militares. Es decir, no puede detectar aviones o buques, si bien es cierto que las tecnologías usadas en este radar son similares a las usadas en otros sistemas de radar militares chinos con los que han conseguido dar con aviones furtivos.
En el futuro, los científicos chinos tienen pensado construir varios radares adicionales en diferentes puntos de baja latitud alrededor de todo el mundo. Con estos nuevos radares se podrá realizar un seguimiento de las burbujas de plasma en tiempo real a nivel global, mejorando su capacidad para predecir su aparición y minimizando sus efectos sobre la navegación terrestre, aérea y marítima y las telecomunicaciones.
Este es un claro ejemplo de que el avance de la tecnología, en este caso por parte de China puede ser clave para poder contar en el futuro con más información acerca de fenómenos como el ocurrido sobre la Gran Pirámide de Guiza, con los que obtener datos suficientes como para poder minimizar sus efectos.
En un mundo tan conectado como el actual, es fundamental velar por unas telecomunicaciones que sufran los menos problemas posibles, y gracias a este tipo de radares estamos más cerca de protegerlos en mayor medida.