La televisión convencional atraviesa una crisis sin precedentes. En lo que va de año, la inversión publicitaria en este formato ha caído en 75 millones de euros, aunque son grupos como Atresmedia y Mediaset los que mejor resisten.
Hablamos de un retroceso que refleja una transformación profunda en el consumo mediático y en la forma en la que las marcas destinan su presupuesto. Este cambio no solo afecta a las grandes cadenas, sino también a la estructura misma de la publicidad en España, que se mueve hacia modelos más digitales, segmentados y medibles.
LA PUBLICIDAD YA NO ES CLAVE EN LA TELEVISIÓN CONVENCIONAL: SUS INGRESOS CAEN EN 94 MILLONES DE EUROS
Y es que, según datos de Infoadex, entre enero y agosto de 2025, la inversión en televisión cayó un 7% respecto al mismo período del año anterior, lo que se traduce en una pérdida de 77 millones de euros. Este descenso es aún más pronunciado en la publicidad tradicional, que experimentó una caída del 10%, equivalente a 94 millones de euros menos en comparación con 2024.
Se puede apreciar en los anteriores párrafos que la caída del negocio publicitario de las televisiones ha sido significativamente mayor que en el global de los medios. Pese a todo, este medio se mantiene como el favorito para las empresas que quieren promocionar sus marcas, con ingresos superiores a los 1.000 millones de euros en este período.
La caída de la inversión publicitaria en televisión no es un fenómeno aislado. El sector lleva años afrontando un descenso gradual de ingresos, impulsado principalmente por dos grandes factores. Uno, el cambio en los hábitos de consumo y la evolución tecnológica. Cada vez más usuarios prefieren consumir contenidos a través de plataformas de streaming, redes sociales o servicios bajo demanda, donde la publicidad se integra de forma más personalizada y precisa.

Además, la evolución de la publicidad en la televisión ha permitido a los anunciantes optimizar sus campañas y dirigir sus mensajes con mayor precisión, lo que ha llevado a una redistribución de los presupuestos publicitarios hacia medios digitales. La televisión convencional, con su modelo de programación lineal y audiencias masivas, ha perdido terreno frente a estas nuevas formas de consumo mediático.
LOS ESPECTADORES CONSUMEN PRINCIPALMENTE SERIES Y CINE
En este escenario, la televisión conectada emerge como una alternativa viable para los anunciantes. Así, con espectadores de 16 a 75 años en España, las nuevas formas de consumir televisión ofrecen una combinación de alcance y segmentación que la tele tradicional ya no puede igualar. Y es que estos usuarios consumen principalmente series y cine, y están dispuestos a aceptar publicidad a cambio de contenidos gratuitos, lo que representa una oportunidad para las marcas.
Con todo, la televisión convencional no está condenada al fracaso. Algunos expertos sugieren que una adaptación estratégica, que incluya la integración de tecnologías digitales y una mayor personalización del contenido, podría revitalizar este medio. Sin embargo, la falta de inversión en innovación y la resistencia al cambio por parte de algunos actores del sector dificultan esta transición.
Al mismo tiempo, son grupos y canales como los de Atresmedia y Mediaset los que se mantienen como los grupos de medios más rentables de España. En los últimos años, han invertido decenas de millones de euros para adaptarse a las exigencias de lo digital y para diversificar su actividad.
EL CONSUMO DIARIO DE LA TELEVISIÓN TAMBIÉN CAE, APENAS 2 HORS Y 33 MINUTOS
Mientras tanto, el sector afronta un reto interno importante. Porque la caída del consumo de la TDT. Septiembre ofreció un ejemplo claro de esta tendencia, como muestran los informes de audiencia de Barlovento. Según estos datos, el consumo medio de televisión se situó en 2 horas y 33 minutos diarios, un 4% menos que en el mismo mes del año pasado.
Hace diez años, los españoles dedicaban una media de 3 horas y 54 minutos al día frente al televisor, lo que pone de relieve la pérdida de interés que experimenta la televisión convencional.
Entre los jóvenes de entre 4 y 24 años, el tiempo dedicado a este medio es todavía más reducido, ya que actualmente no superan la hora diaria. Esto evidencia cómo la televisión tradicional deja de ser un medio masivo. Hoy resulta poco habitual que más de diez programas no informativos superen el millón de espectadores en un mismo día.
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