Este Parque Nacional español se impone en Europa como el gran destino de montaña para los amantes del trekking a gran altura

Este Parque Nacional español acaba de recibir el máximo reconocimiento internacional como Patrimonio Mundial de la Humanidad, consolidándose como uno de los destinos de montaña más espectaculares de Europa. 

Con rutas que superan los 3.000 metros de altura, este Parque Nacional español es un espacio natural único en el Pirineo aragonés que ofrece experiencias de senderismo que pocos lugares pueden igualar. Desde la famosa ruta de la Cola de Caballo hasta sus profundos cañones y valles glaciares, hablamos de un Parque Nacional que es un verdadero paraíso para los amantes del trekking que buscan aventuras a gran altura.

Cuando se habla de joyas naturales en España, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está en el top uno. No es solo por su impresionante belleza paisajística, sino porque acaba de sumar un nuevo título a su ya extenso currículum: la declaración como Patrimonio Mundial por la UNESCO.

Situado en la provincia de Huesca, este parque representa la esencia más genuina de los Pirineos y se ha convertido en un destino inflable para aquellos que buscan experiencias de senderismo en alturas que rozan los 3.300 metros. De hecho, estamos hablando de uno de los primeros espacios naturales protegidos de toda Europa. Su historia como área conservada se remonta a 1918, cuando fue declarado Parque Nacional, siendo el segundo en recibir esta distinción en España. 

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Lo que hace realmente especial a este Parque Nacional español es que se trata de un paisaje montañoso único, situado a ambos lados de la frontera entre Francia y España, en la provincia de Huesca. Y está a más de 3.300 metros de altura, en un macizo calcáreo del Pirineo aragonés. 

Este Parque Nacional español sorprende en cada paso que das

Este Parque Nacional español sorprende en cada paso que das
Este Parque Nacional español sorprende en cada paso que das | Fuente: Web del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Hablar del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es hablar de diversidad paisajística en estado puro. Nos encontramos ante un ecosistema único, en el que tan pronto llegas, te encuentras enormes prados, infinitos bosques, gargantas extensas y un paisaje kárstico sobrecogedor, e incluso glaciares y cumbres con nieves perpétuas, a cascadas y cañones de vértigo.

Este paisaje formado por cuatro valles principales (Añisclo, Escueta, Ordesa y Escuaín) y diferentes picos, siendo el pico del Monte Perdido el más emblemático, ofrece una variedad que no vas a encontrar en muchas partes. La UNESCO no se ha equivocado al destacar que “su paisaje formado por aldeas, granjas, campos, pastizales de altura y carreteras de montaña constituye un testimonio inestimable del pasado de la sociedad europea”. Esta combinación es precisamente lo que le da ese carácter que atrae a visitantes de todo el mundo.

La ruta de la Cola de Caballo, un clásico imprescindible

La ruta de la Cola de Caballo, un clásico imprescindible
La ruta de la Cola de Caballo, un clásico imprescindible | Fuente: Europa Press

Si hay una ruta que todo el mundo asocia con el Parque Nacional español de Ordesa y Monte Perdido, esa es sin duda la que lleva a la Cascada de la Cola de Caballo. Como señalan desde la Oficina de Turismo de Aragón, algunas de las maravillas que sí o sí hay que contemplar en el parque son el Tozal del Mallo, la Cascada del Estrecho, las Gradas de Soaso o el Bosque de las Hayas. Pero la ruta estrella es otra.

“Son infinitas las excursiones y ascensiones que puedes realizar en este valle en cualquier época del año. La que te lleva hasta la cascada de la Cola de Caballo es todo un clásico, ya que a su belleza se añade una facilidad que la hace apta para todos los públicos”. Esta popular ruta de unos 20 kilómetros comienza en la Pradera de Ordesa y va remontando el valle hasta llegar al circo de Soaso. Después de atravesar el conjunto de cascadas en escalera de Soaso, se llega al popular salto de agua de la Cola de Caballo.

Por qué el otoño es la estación perfecta

Por qué el otoño es la estación perfecta
Por qué el otoño es la estación perfecta | Fuente: Web del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

Con la llegada del otoño, los árboles del valle de Ordesa (hayedos y bosques de arce, fresno y serbal), se transforman en una explosión de color. Caminar rodeados de esta paleta de colores vibrantes es una experiencia visualmente atractiva que no se puede tener en ninguna otra estación, y tampoco en el asfalto que andamos día a día camino a la oficina.

En otoño, además, las temperaturas son más suaves y agradables, con días soleados, pero impregnados del aire fresco y limpio de la montaña, ¡lo mejor para una caminata reparadora después de una semana cargada de trabajo! A esto se suma que el número de visitantes disminuye significativamente en comparación con la temporada alta de verano (y se encuentra aparcamiento con mayor facilidad) y el caudal de los ríos y las cascadas es perfecto. 

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Para disfrutar al máximo de la belleza bestial de esta ruta en otoño en este Parque Nacional español, con sus bosques de hayas a tope y el abundante caudal de las cascadas ejerciendo su efecto hipnótico, hay que tomar las debidas precauciones e ir bien preparado. La Ruta de la Cola de Caballo, aunque de dificultad media, requiere cierta preparación física por su longitud.

  • La distancia total que se recorre en ambos sentidos es de 17 kilómetros con una dificultad media, apta para familias.
  • La ruta no presenta un gran desnivel distancia, pero su longitud sí requiere cierta resistencia de mayores y de pequeños. 
  • En otoño los días se acortan y las temperaturas bajan a medida que se asciende; también el terreno puede estar húmedo o resbaladizo. 
  • Calzado de montaña, ropa de abrigo en capas y algo de comida y agua son imprescindibles. 
  • Los expertos recomiendan madrugar para iniciar la ruta con calma.

El Parque Nacional Español de Ordesa y Monte Perdido se consolida con su nueva declaración como Patrimonio Mundial como un destino de primer orden para los amantes del senderismo y la naturaleza. Sus rutas a más de 3.000 metros de altura, sus paisajes glaciares y sus espectaculares cañones lo convierten en una experiencia única en Europa.

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