El debate sobre si bajarán o no los precios del alquiler en Barcelona al eliminar los pisos turísticos olvida los 40.000 empleos que podrían destruirse

La promesa de abaratar el alquiler en Barcelona eliminando los pisos turísticos esconde un efecto colateral enorme: la pérdida de 40.000 empleos. Un debate que enfrenta vivienda asequible contra economía local.

¿Bajarán los precios del alquiler en Barcelona si se eliminan los pisos turísticos? Esa es la gran promesa que se repite en los titulares y que muchos inquilinos esperan como agua de mayo. Pero detrás de la medida estrella del Ayuntamiento se esconde un impacto económico que casi nunca se menciona, la posible desaparición de 40.000 empleos y de 1.900 millones de euros del PIB de la ciudad, según PwC.

El debate está servido, por un lado, quienes culpan a los pisos turísticos del encarecimiento del alquiler; por otro, los datos que demuestran que apenas representan un 1% del parque de viviendas. Mientras tanto, el futuro de miles de familias que dependen de esta actividad queda en el aire. ¿No estaremos mirando al enemigo equivocado?

¿Los pisos turísticos encarecen de verdad el alquiler?

¿Los pisos turísticos encarecen de verdad el alquiler?
El precio del alquiler en Barcelona subió un 72%, mientras que los pisos turísticos legales apenas crecieron un 2,2%. Fuente: Agencias

El relato oficial es sencillo, si desaparecen los pisos turísticos, automáticamente habrá más viviendas disponibles para alquilar y los precios bajarán. Suena lógico, pero los números no lo confirman. En la última década, el precio del alquiler en Barcelona subió un 72%, mientras que los pisos turísticos legales apenas crecieron un 2,2%. En el Eixample (Ensanche), incluso disminuyeron un 3%, y aun así el alquiler se disparó un 82%.

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La clave, explican los expertos, está en la falta de vivienda nueva y en el aumento constante de la población. Dicho de otra forma, el problema es estructural, no de turistas con maletas de ruedas. Un dato curioso sobre el tema y con el que muchos expertos coinciden es el caso de Nueva York, que aplicó una regulación muy similar, tampoco consiguió abaratar los alquileres.

El lado olvidado: miles de empleos en riesgo

El lado olvidado: miles de empleos en riesgo
Los pisos turísticos aportan 1.900 millones de euros al PIB barcelonés y generan 40.000 puestos de trabajo. Fuente: Agencias

Si se eliminan los pisos turísticos, el Ayuntamiento asegura que saldrán al mercado de alquiler. Pero la realidad es que los propietarios no están obligados a hacerlo, muchos preferirán venderlos o dejarlos vacíos. Lo que sí es seguro es la pérdida de actividad económica.

Según PwC, los pisos turísticos aportan 1.900 millones de euros al PIB barcelonés y generan 40.000 puestos de trabajo. Y ojo: el 65% del gasto de los visitantes que se alojan en ellos va directo a bares, restaurantes y comercios de barrio. Es decir, no es solo un tema de turistas, sino del pan de cada día de miles de trabajadores locales.

Hay que recordar que uno de cada dos turistas familiares elige un piso turístico para alojarse en Barcelona. Su desaparición cambiaría incluso el tipo de visitante que recibe la ciudad, lo cual afectaría a toda el sector turismo, desde la hostelería hasta el hospedaje.

Un sector regulado que puede volverse clandestino

Un sector regulado que puede volverse clandestino
Esta medida solo favorece a grandes operadores y puede llevar a una mayor concentración. Fuente: Agencias

Barcelona fue pionera en regular los pisos turísticos. Desde 2014 no se conceden nuevas licencias y hoy apenas hay 10.000 legales. Pero si se eliminan, no significa que la demanda desaparezca. Lo más probable es que resurja el mercado negro, con pisos sin licencia y sin control, algo que ya sucedió antes.

Los pequeños propietarios, que son el 80% del sector, denuncian que esta medida solo favorece a grandes operadores y puede llevar a una mayor concentración. Además, ya han llevado la cuestión a Europa, alegando que la norma catalana incumple la legislación comunitaria. Y es que al final, eliminar un sector con tanta demanda no borra la necesidad, solo la desplaza a la clandestinidad.

¿Qué modelo de ciudad quiere Barcelona?

¿Qué modelo de ciudad quiere Barcelona?
Se trata de decidir qué tipo de ciudad quiere ser Barcelona. Fuente: Agencias

El debate sobre los pisos turísticos en realidad va mucho más allá de los precios del alquiler. Se trata de decidir qué tipo de ciudad quiere ser Barcelona: ¿una urbe abierta y diversificada que aprovecha el turismo como motor económico? ¿O una ciudad que arriesga 40.000 empleos sin garantías de que el alquiler baje?

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Quizá la clave esté en dejar de buscar culpables fáciles y en apostar por más vivienda pública y asequible. Porque, como advierten los expertos, el verdadero problema no está en los pisos turísticos, sino en la falta de oferta residencial y en la lentitud de las políticas públicas. Antes de señalar al turismo como el villano, tal vez convenga preguntarnos si estamos atacando el síntoma en lugar de la enfermedad.

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