Mucho es lo que se ha dicho sobre la IA y su uso, desde políticos hasta científicos y artistas, y todos coinciden en que esta tecnología debe estar al servicio de la humanidad, con sus pros y sus contras. Y dentro de los contras esta justamente el riesgo que esta tecnología podría representar para la humanidad, una de las interrogantes que se plantean es: ¿Podría la inteligencia artificial diseñar un virus más letal que el coronavirus? Eric Schmidt, ex CEO de Google y una de las voces más influyentes del mundo tech, no duda en decir que sí.
Su advertencia ha sacudido a gobiernos y expertos, porque no hablamos de ciencia ficción, sino de un riesgo real que ya se está discutiendo en despachos de primer nivel. Pero, ¿quién es este hombre que pasó de liderar Google a convertirse en una especie de “profeta” tecnológico? Su historia combina éxitos empresariales, influencia política y un mensaje inquietante: “la IA puede ser nuestra mejor aliada… o nuestra peor pesadilla”.
El aviso de Eric Schmidt que ha puesto los pelos de punta

En una entrevista en The Diary of a CEO, Schmidt fue directo: “Crear virus mortales con IA es algo muy fácil de hacer”. Según él, los modelos de última generación ya son capaces de diseñar moléculas con potencial biológico o lanzar ataques informáticos a nivel humano.
Lo preocupante, añade, es que no estamos preparados para controlar estas herramientas. “Estamos jugando con fuego, con algo cuyo impacto no entendemos del todo”, señaló, comparando la IA con la energía nuclear. La diferencia es que, en este caso, los sistemas podrían multiplicar su potencia hasta 100 veces en apenas cinco años. Schmidt cree que algunos centros de datos de IA deberían protegerse como si fueran instalaciones nucleares. Así de serio lo ve.
De Google a la geopolítica: la segunda vida de Schmidt

Eric Schmidt no es un advenedizo como algunos quieren hacerle parecer. Fue CEO de Google entre 2001 y 2011, justo cuando la compañía pasó de ser un buscador simpático a convertirse en el gigante que lo sabe todo de todos. Bajo su mando nacieron productos como Gmail, Google Maps y Android. En resumen, moldeó buena parte de internet tal y como lo usamos hoy.
Tras dejar el cargo, no se retiró a una isla paradisíaca. Pasó a presidir el consejo de administración de Alphabet (la matriz de Google) y se convirtió en un asesor clave de varios presidentes de EE. UU., de Barack Obama a Joe Biden. Hoy dirige un Think Tank centrado en la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China, convencido de que la IA será la gran batalla del siglo XXI. Así que de ahora en adelante, cuando leas sobre guerras tecnológicas, recuerda este nombre: Eric Schmidt. Muchas de las decisiones estratégicas que afectan a tu móvil, tus redes y tu privacidad tienen su sello.
El lado luminoso (y oscuro) de la IA según Schmidt

No todo es apocalíptico en su discurso. Schmidt insiste en que la IA también puede salvar millones de vidas. Imagina un médico digital capaz de analizar tu historial, tus genes y tus síntomas para recomendar el tratamiento perfecto. Esa es la parte buena de la historia, por poner tan solo un ejemplo, en el ámbito industrial la IA ha demostrado ya sus múltiples cualidades.
El problema es que la misma tecnología puede servir para crear desinformación perfecta, armas autónomas o virus imposibles de frenar. Por eso, propone una regulación global tan estricta como la que controla las armas nucleares. “No es tan fácil eliminar a toda la humanidad, pero sí es muy fácil causar un daño enorme”, reconoce.
Un personaje influyente… y polémico

Más allá de la tecnología, Schmidt es un auténtico peso pesado en los círculos de poder. Ha estado en el consejo de Apple, ha colaborado con el Pentágono y su fortuna personal supera los 20.000 millones de dólares. No es un académico encerrado en un laboratorio, es alguien que entiende cómo se mueven los hilos entre Silicon Valley, Wall Street y Washington.
Eso sí, también ha recibido críticas por su cercanía a grandes corporaciones y por defender un modelo de innovación con pocos límites. Algunos le ven como visionario, otros como alguien que ayudó a crear un monstruo que ahora nos advierte que puede devorarnos. En 2007, la revista PC World lo nombró “la persona más importante de la web”, junto con los fundadores de Google.
El dilema que nos deja

Eric Schmidt no habla de ciencia ficción, habla de un presente inmediato. La IA puede diseñar medicinas revolucionarias o un virus devastador, democratizar la educación o manipular a millones de personas con desinformación perfecta. Todo depende de cómo decidamos regularla y usarla.
Quizá el verdadero mensaje de Schmidt no sea el miedo, sino la urgencia. La humanidad no tiene 18 años (como ocurrió con las bombas nucleares) para ponerse de acuerdo. La decisión hay que tomarla ahora.
La inteligencia artificial puede ser nuestro mejor aliado o nuestro peor enemigo. Y en gran medida, somos nosotros quienes elegimos. Así que la próxima vez que uses una app de IA, recuerda que detrás de cada avance hay un debate sobre el futuro de la humanidad.