Pozuelo de Alarcón vuelve a encabezar la lista de los municipios más seguros de la Comunidad de Madrid, confirmando el cliché que lo asocia con tranquilidad y calidad de vida, vamos que este municipio de la capital española, es uno de los destinos favoritos de muchos, tanto para visitas como para vivir.
Sus cifras de criminalidad convencional se mantienen muy por debajo de la media regional, lo que refuerza la imagen de este enclave como uno de los lugares más seguros para vivir en el área metropolitana y seguramente en España.
La sorpresa llega desde Móstoles, históricamente vinculado a prejuicios sobre inseguridad, pero que hoy se sitúa en el podio de los municipios más seguros de la región, una prueba de que con voluntad se logran los objetivos. Sus datos desmontan mitos arraigados (asociados a delincuencia) y revelan un panorama en el que ciudades populares, tradicionalmente estigmatizadas, logran mejores resultados en seguridad que algunas localidades de renta alta.
Pozuelo lidera la clasificación con la tasa de criminalidad más baja de la Comunidad

Pozuelo de Alarcón mantiene su reputación como el municipio más seguro de la Comunidad de Madrid, un resultado que ya no sorprende tanto, ya que se ha mantenido en los primeros lugares desde hace ya un par de años. Según el Balance de Criminalidad del primer semestre de 2025, su tasa se sitúa en 1.088 delitos por cada 100.000 habitantes, muy por debajo de la media autonómica.
Los descensos más significativos se han registrado en delitos graves y menos graves de lesiones, robos con violencia e intimidación, y sustracciones de vehículos (siendo los menos graves los más frecuentes), reflejando un esfuerzo constante del Ayuntamiento en coordinación con la Policía Local para garantizar la seguridad.
El Ayuntamiento de la localidad, ha reforzado recientemente la plantilla de agentes y ha incorporado tecnología de vigilancia avanzada, incluyendo drones y cámaras estratégicas, vamos que se ha realizado una inversión importante para alcanzar estas cifras. Estas medidas buscan no solo reducir los delitos, sino también reforzar la percepción de seguridad entre los vecinos. Pozuelo confirma así que, en la práctica, las políticas de prevención y control efectivas logran resultados tangibles en la seguridad ciudadana.
Móstoles rompe estigmas y se cuela entre los municipios más seguros

Contrario a su histórica imagen de “Bronxtoles”, Móstoles figura en la tercera posición de la Comunidad con 1.388 delitos por cada 100.000 habitantes, 16 puntos por debajo de la media regional. El descenso del 0,4% respecto al año anterior refleja un esfuerzo sostenido en prevención, especialmente en robos con fuerza y violencia, que han bajado de manera significativa. La ciudad combina acciones policiales estratégicas con programas de concienciación ciudadana para fortalecer la seguridad.
La alcaldía destaca que la clave del éxito está en una coordinación efectiva con la Subdelegación del Gobierno y la implementación de dispositivos especiales durante eventos y fiestas locales. Además, la vigilancia en zonas comerciales y residenciales ha ayudado a mantener los índices de hurtos estables, consolidando una percepción de seguridad que sorprende a propios y extraños.
Humanes y Arroyomolinos, el reverso de un mapa con contrastes inesperados

Humanes de Madrid y Arroyomolinos destacan por su parte, con sendas tasas de criminalidad, este año bastante elevadas, incluso muy por encima de la media regional, aunque con explicaciones específicas. En Humanes, la presencia de macrodiscotecas y la alta afluencia de ocio nocturno distorsiona los datos, mientras que la población reducida amplifica cualquier incidente registrado.
Por su parte, Arroyomolinos combina factores residenciales con variaciones en las políticas de denuncia de comercios, lo que aumenta la cifra semestral de infracciones. Expertos advierten que estas tasas no reflejan necesariamente un riesgo real para los residentes, sino que evidencian la influencia de eventos masivos y la población flotante, por lo que realmente no representan una situación de alarma para los vecinos.
La interpretación correcta exige considerar no solo el número de delitos, sino también su contexto y la capacidad de respuesta de los cuerpos de seguridad, lo que convierte la lectura de la criminalidad en un ejercicio de análisis más fino que los clichés habituales.