El final de Los Serrano que vimos en televisión quizás no fue el único que existió, y la historia que marcó a una generación podría haber sido completamente diferente. Millones de personas aún recuerdan aquel despertar de Diego Serrano que convertía años de alegrías, dramas y amores en una simple pesadilla, pero ¿y si te dijera que ese cierre tan polémico tiene una historia detrás mucho más enrevesada de lo que imaginas? Prepárate, porque lo que se coció en las salas de guion podría cambiar tu visión sobre la mítica serie.
Aquella decisión de convertirlo todo en un sueño sigue generando debate, pero es posible que su origen no estuviera ni siquiera en la taberna de Santa Justa, ya que el polémico desenlace no fue la primera opción sobre la mesa de los guionistas. Detrás de la elección que dividió a España se esconden conversaciones, presiones y hasta ideas recicladas que explican por qué Los Serrano acabó como acabó. Y la verdad es tan sorprendente como el propio final.
¿UN FINAL PRESTADO DE OTRO GIGANTE TELEVISIVO?
Pocos podrían imaginar que la solución narrativa que definió a Los Serrano no fuera una creación exclusiva para ellos, dado que la idea de que todo fuera un sueño pertenecía a otra icónica producción española. Según desveló la propia Natalia Sánchez, la actriz que daba vida a Teté, ese concepto de resetear la historia a través de un sueño se había concebido originalmente para el final de Médico de Familia, otro coloso de la ficción de Globomedia que paralizó el país años antes.
Aquella revelación lo cambia todo, pues sugiere que el desenlace no fue tanto una ocurrencia de última hora como una carta guardada bajo la manga, un recurso de alto impacto que no encontró su sitio en la historia del doctor Nacho Martín pero que encajó, para bien o para mal, en el universo de Los Serrano. Analizando el contexto, los creadores guardaron ese as en la manga para usarlo en el momento más inesperado, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva del espectador.
LA DECISIÓN FINAL: ENTRE LA EMOCIÓN PERSONAL Y LA PRISA
La elección de un final tan radical no fue un capricho, ya que el creador se inspiró en la dolorosa sensación de querer despertar de una pesadilla tras una pérdida personal. Daniel Écija, uno de los padres de la serie de Telecinco, confesó que la idea surgió de un sentimiento muy íntimo: el deseo de que la muerte de un ser querido no sea real, de que todo haya sido un mal sueño. Esta motivación, profundamente humana, explica la carga emocional que los guionistas querían imprimir.
Sin embargo, a esta visión personal se sumó un factor clave: el desgaste de la trama, especialmente tras la trágica muerte de Lucía, el personaje de Belén Rueda, ya que la cadena y la productora pactaron que la octava temporada sería la última. Este acuerdo para poner fin a las aventuras de Diego y Lucía aceleró la necesidad de encontrar un cierre contundente para Los Serrano, y la opción del sueño se presentó como la más rápida y efectista.
“TENDRÍAMOS QUE HABERLO REFLEXIONADO”: LA AUTOCRÍTICA DE SUS CREADORES
Años después del último episodio, las voces de los implicados han entonado un cierto mea culpa, pues los propios responsables admiten que no midieron las consecuencias de su audaz giro de guion. Tanto Daniel Écija como el propio Antonio Resines han reconocido en diversas ocasiones que, visto con distancia, el final fue "una demencia" y que quizás deberían haberlo pensado mejor. La comedia de Antonio Resines merecía un cierre que no generase tanta división entre su fiel audiencia.
El principal problema no fue solo conceptual, sino también visual, porque la puesta en escena delataba las incoherencias que el propio guion generaba. Los actores más jóvenes, como Víctor Elías o Jorge Jurado, habían crecido notablemente, y verlos intentar aparentar la edad del primer capítulo resultaba, como poco, chocante. El clan de Santa Justa se enfrentaba a un final que, además de polémico, era visiblemente inverosímil, algo que no pasó desapercibido para nadie y que añadió más leña al fuego del debate sobre Los Serrano.
¿VENGANZA O SIMPLEMENTE FALTA DE OPCIONES?
Una de las teorías más extendidas, aunque nunca confirmada, es que aquel desenlace fue una especie de "castigo" a la cadena, dado que algunas voces del sector sugirieron que fue un acto de rebeldía creativa. Este rumor apuntaba a que la productora, molesta por la decisión de Mediaset de cancelar la historia de los Serrano, optó por un final tan absurdo como forma de protesta. Una especie de mensaje cifrado que demostraba que, sin ellos, la serie se desmoronaba.
No obstante, una explicación más plausible apunta a un callejón sin salida narrativo, muy similar al que vivieron otras grandes series como Perdidos, ya que las tramas se habían complicado tanto que la única salida viable era empezar de cero. Con personajes muertos, relaciones enrevesadas y un desgaste evidente, la opción del sueño funcionó como un botón de reinicio desesperado. El final de la serie se convirtió así en una solución drástica para una madeja que los propios guionistas ya no sabían cómo desenredar de forma coherente.
EL LEGADO DE UN FINAL QUE NADIE OLVIDA
A pesar de las críticas feroces y del enfado de una parte considerable del público, aquel giro de guion consiguió algo que muy pocas ficciones logran, ya que la controversia consiguió que la serie siguiera viva en el debate popular años después. El "todo fue un sueño de Resines" se ha convertido en una expresión popular, un meme cultural que trasciende la propia serie y que ha inmortalizado a Los Serrano mucho más que cualquier otro final convencional que se hubiera podido escribir.
Hoy, la herida parece haber cicatrizado, y la nostalgia ha dado paso a un cariño renovado por la aclamada ficción española, hasta el punto de que la posibilidad de reescribir la historia sigue sobre la mesa para sus protagonistas. El actor Víctor Elías llegó a plantear públicamente la idea de rodar un capítulo especial que ofreciera un cierre alternativo, un gesto que demuestra que, aunque pasen los años, Los Serrano y su universo siguen teniendo una cuenta pendiente con la audiencia.