Andrés Millán, abogado: "En 1997, en menos de cuatro años estabas comprando casa; ahora necesitas más de 30"

Andrés Millán, @lawtips en redes, ha querido comparar el precio de compra de un mismo piso en 1997 en Madrid con el de 2025 con una conclusión clara: antes bastaban cuatro años para comprarla; ahora, más de 30.

En 1997, un piso de cuatro habitaciones en Chamberí, Madrid, se vendía por unos 15 millones de pesetas (alrededor de 90.000 euros), según un anuncio recogido por Tecnocasa y analizado por el abogado Andrés Millán.

Con el salario medio de entonces -unos 23.000 euros al año de hoy-, bastaba trabajar menos de cuatro años para reunir lo necesario para comprar ese piso. Hoy, un inmueble similar supera los 700.000 euros, y con el salario medio actual -unos 31.800 euros anuales-, se necesitarían más de 30 años de ingresos íntegros para lograrlo.

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Millán utiliza este ejemplo para poner de relieve una realidad que, según él, es cada vez más evidente: “No es que la vivienda haya subido, es que los sueldos no han acompañado, y los impuestos y los costes asociados se han disparado", dice el abogado en un vídeo en TikTok.

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A esto se suma el efecto fiscal: "Hoy los impuestos de la compra de una vivienda suponen una carga muy superior a lo que representaban en los 90. Lo que antes era un trámite asumible, ahora se ha convertido en un obstáculo más", subraya.

Andrés Millán, abogado: "En 1997, en menos de cuatro años estabas comprando casa; ahora necesitas más de 30" Fuente: Instagram
Andrés Millán, abogado, en su vídeo publicado en Instagram

CUÁNTO TIEMPO SE TARDA AHORA VS HACE DÉCADAS

Un estudio de la EAE Business School refleja que hace 30 años bastaban aproximadamente 2,6 años de salario completo para reunir el importe necesario para la entrada de un piso. Hoy, ese tiempo se ha incrementado hasta 3,6 años, un esfuerzo que ha crecido casi un 37%.

En los noventa podías comprarte una casa con un esfuerzo de ahorro razonable. Hoy hablamos de destinar décadas de ingresos, y eso sin contar los gastos imprevistos o la inflación”, apunta Andrés Millán.

El ejemplo de Chamberí, insiste el abogado, no es anecdótico: “Ese piso que en 1997 costaba 15 millones de pesetas hoy supera los 700.000 euros. Y no hablamos de lujo, hablamos de vivienda normal en una zona céntrica".

Además, recuerda que al precio bruto se le suman tasas y trámites que complican aún más el panorama. “El IVA, el ITP, los notarios, el registro… son costes que antes suponían un porcentaje pequeño, y ahora hacen que la operación final se encarezca todavía más”, señala.

Para generaciones más recientes, la compra de vivienda se ha convertido en un proyecto casi inalcanzable. “En mi generación, comprar piso era algo natural. Hoy para muchos jóvenes es un sueño imposible", admite Millán (lawtips en redes).

Muchos optan por alquilar durante más años, retrasando la independencia o incluso planteándose salir de las grandes ciudades. “Lo que antes era patrimonio de la clase media ahora parece un privilegio reservado a unos pocos”, advierte el abogado.

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UN PRECIO QUE DOBLA Y TASAS QUE PESAN

Con todo, Andrés Millán apunta hacia posibles cambios estructurales: "Si no se toman medidas fiscales, de crédito y de planificación urbanística, la vivienda seguirá siendo un bien inalcanzable para la mayoría".

Andrés Millán, abogado: "En 1997, en menos de cuatro años estabas comprando casa; ahora necesitas más de 30" Fuente: Europa Press
Pisos de alquiler Fuente: Europa Press

Entre las soluciones, menciona la necesidad de revisar la carga impositiva y facilitar el acceso a financiación para primeras viviendas. "No se trata de regalar pisos, se trata de equilibrar el mercado. Hoy el desfase entre sueldos y precios es brutal", sentencia en su vídeo publicado en las redes sociales.

Entre todo esto, podemos decir que los cuatro años de esfuerzo en 1997 y los más de treinta actuales no es solo el dato llamativo, sino la muestra de un problema estructural. La vivienda en España ha pasado de ser un objetivo alcanzable a un desafío que condiciona el futuro de toda una generación.

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