La ensaladilla rusa perfecta no lleva esto: el ingrediente que los chefs de verdad han eliminado. ¿Te atreves a descubrir qué ingrediente estás usando mal en tu receta? Quizás ese pequeño detalle es lo que separa tu versión de la de un restaurante con estrella. Es una de las joyas de nuestra gastronomía, y es que un pequeño detalle puede arruinar por completo su equilibrio y convertir un manjar en un plato del montón.
Pocos platos generan tanta pasión y debate como esta elaboración icónica. Cada familia tiene su secreto, pero los profesionales de la cocina han llegado a un consenso sorprendente que podría cambiar tu forma de prepararla para siempre. Abre la mente, porque los grandes cocineros han sentenciado cuál es el ingrediente a desterrar para lograr la excelencia y te aseguro que probablemente esté ahora mismo en tu nevera.
¿QUÉ HACE A UNA ENSALADILLA SER INOLVIDABLE?
La patata es la protagonista indiscutible y su correcta elección y cocción lo es todo. Necesitas un tubérculo que no se deshaga, que quede tierno pero entero, y para eso la clave reside en la elección de una patata que mantenga su textura sin deshacerse tras la cocción, como la Monalisa o la Kennebec. Olvídate de trozos que se convierten en puré, la integridad del corte es innegociable en una receta tradicional.
Y qué decir de la mayonesa, esa emulsión que une y da sentido a todo. No hay color entre una versión casera y una industrial, y por eso una buena mayonesa casera aporta la cremosidad y el punto de acidez justo que envuelve el resto de sabores. Un buen aceite de girasol, un huevo fresco y una pizca de limón o vinagre son suficientes para crear el aperitivo perfecto y darle vida a tu ensaladilla rusa.
EL GRAN DEBATE DE LOS INGREDIENTES AÑADIDOS

El atún o el bonito y el huevo duro son compañeros casi inseparables de la patata. Aportan la proteína y la sustancia, pero su calidad marca una diferencia abismal en el resultado final. No escatimes en este punto, porque un buen bonito del norte en aceite de oliva eleva el conjunto con su sabor y jugosidad inconfundibles, convirtiendo esta tapa de verano en una experiencia superior.
Luego llega el equipo de los encurtidos, fundamental para romper la monotonía de la cremosidad. Unas buenas aceitunas, unas zanahorias encurtidas o unas piparras le dan el toque crujiente y salino que necesita el plato. Créeme, ese contrapunto ácido de unas aceitunas o unos encurtidos bien picados despierta el paladar y evita que el plato resulte pesado, haciendo de este clásico de los bares algo vibrante.
Y ENTONCES, ¿CUÁL ES EL INGREDIENTE PROHIBIDO?
El ingrediente que los chefs de verdad han eliminado es, redoble de tambores, el guisante. Sí, esa pequeña legumbre verde que ha colonizado tantas recetas caseras. La razón es simple: el guisante es el ingrediente que los chefs de verdad han eliminado por su textura harinosa y su dulzor invasivo, que compite directamente con el sabor suave de la patata y la mayonesa en esta ensalada rusa casera.
Pero el problema va más allá del sabor. Los guisantes, especialmente los congelados o de lata, suelen soltar agua que estropea la emulsión de la mayonesa, aguando la receta y arruinando la experiencia cremosa que se busca en el plato estrella. Por eso, este es el ingrediente que los chefs de verdad han eliminado, considerándolo un crimen contra la textura de la ensaladilla rusa perfecta.
LA ALTERNATIVA DE LOS MAESTROS COCINEROS

Si lo que buscas es un toque de color y frescura, hay vida más allá del guisante. Prueba con un poco de cebolleta fresca muy picada o incluso con la parte verde de la cebolleta, que es más suave. De hecho, un toque de cebollino fresco picado o unas piparras encurtidas aportan un frescor y una complejidad que el guisante no ofrece en la que aspira a ser la mejor ensaladilla del país.
Y si lo que echas de menos es la textura, la solución es aún más sencilla y sabrosa. La zanahoria, ya presente en muchas recetas, debe estar cocida al dente, nunca blanda. Además, una zanahoria de calidad o unas judías verdes frescas y crujientes ofrecen un contrapunto de textura mucho más interesante y agradable, una alternativa que respeta la integridad de la receta de ensaladilla.
LA ENSALADILLA RUSA PERFECTA ES LA QUE TE HACE FELIZ
Aunque los grandes cocineros hayan eliminado el guisante, la cocina también es memoria y tradición. Si la receta de tu abuela los llevaba y ese sabor te transporta a tu infancia, ¿quién puede decir que está mal? Al fin y al cabo, las recetas familiares forman parte de nuestra memoria emocional y tienen un valor incalculable y único. La tapa de ensaladilla es, sobre todo, un plato para disfrutar sin complejos.
Así que, la próxima vez que prepares este plato veraniego, puedes probar a hacerla sin ese ingrediente polémico y sentir la diferencia en tu ensaladilla rusa. O puedes seguir fiel a tu instinto, a tu historia. Al final, no hay una única ensaladilla rusa perfecta, porque más allá de debates culinarios, la verdadera magia reside en compartirla con la gente que quieres y crear nuevos recuerdos en torno a un buen plato.