La dura respuesta de China a las restricciones de la UE a sus coches eléctricos pone a España en un aprieto

España respira tras el castigo comercial de China, que respondió a la UE con aranceles de hasta el 62% al cerdo europeo. Aun así, el 20% impuesto a las exportaciones españolas deja al sector en vilo y evidencia su peligrosa dependencia del gigante asiático.

China ha contraatacado a las sanciones europeas sobre sus coches eléctricos imponiendo aranceles de hasta el 62% a la carne de cerdo procedente de la Unión Europea. Sin embargo, España ha logrado un trato diferenciado; gracias a la colaboración de su industria en la investigación antidumping, Pekín aplicará un gravamen del 20%, muy por debajo del fijado a otros países comunitarios.

Aunque este alivio parcial supone un respiro para los exportadores españoles, el riesgo de que el mercado chino reduzca sus compras preocupa seriamente a un sector que destina a este país casi una quinta parte de sus exportaciones. El problema trasciende lo económico y refleja la fragilidad de un modelo que depende en exceso de los vaivenes comerciales internacionales.

La patronal Interporc reconoce que la cooperación con China y la buena relación institucional han evitado un golpe mayor, pero advierte de la incertidumbre que genera un escenario todavía provisional. En diciembre, Pekín deberá ratificar los aranceles, y hasta entonces las granjas españolas (especialmente en Aragón, Cataluña y la Comunitat Valenciana) se enfrentan a la amenaza de una caída de precios y pérdida de competitividad frente a gigantes como Brasil o Argentina, que están reforzando su presencia en Asia con precios más bajos y una política comercial más agresiva.

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Aranceles del 62% al cerdo europeo, pero España logra un respiro con un 20%

Aranceles Del 62% Al Cerdo Europeo, Pero España Logra Un Respiro Con Un 20%
España Ha Quedado Relativamente Mejor Parada, Ya Que El Gravamen Aplicado A Sus Productores Se Limita Al 20%. Fuente: Agencias

China respondió con contundencia a las restricciones de la Unión Europea a los coches eléctricos. Pekín anunció aranceles de hasta el 62% al cerdo procedente de varios países europeos, un golpe directo a un sector clave en las exportaciones agroalimentarias. Sin embargo, España ha quedado relativamente mejor parada, ya que el gravamen aplicado a sus productores se limita al 20%, una cifra que, aunque preocupante, evita un impacto inmediato tan drástico como el de otros países miembros.

El Gobierno y las asociaciones del sector destacan que la rebaja respecto al resto de Europa se debe a la fuerte dependencia china de la carne porcina española, líder en el mercado asiático. Aun así, la advertencia es clara; el margen actual es temporal y podría endurecerse si la escalada comercial entre Bruselas y Pekín continúa. España, que exporta más de un tercio de su producción porcina a China, no puede permitirse un deterioro prolongado de esta relación.

El sector porcino teme perder competitividad frente a Brasil y Argentina

El Sector Porcino Teme Perder Competitividad Frente A Brasil Y Argentina
El Sobrecoste Derivado De Los Aranceles Podría Trasladarse Al Consumidor Final. Fuente: Agencias

Mientras los productores europeos tratan de adaptarse a los nuevos aranceles, competidores como Brasil y Argentina celebran la oportunidad de ganar cuota en el mercado chino, el problema es que no se sabe por cuánto tiempo, dada la dinámica de la geopolítica internacional actual. Ambos países, grandes exportadores de carne porcina y aviar, cuentan con tratados comerciales más favorables con Pekín y no se ven afectados por las medidas contra la Unión Europea. Esta situación deja al sector español en una posición delicada frente a rivales que ya ofrecen precios más competitivos.

La patronal porcina española alerta de que, “si la guerra comercial se prolonga, las granjas nacionales podrían perder contratos millonarios en favor de proveedores latinoamericanos”. Además, advierten de que el sobrecoste derivado de los aranceles podría trasladarse al consumidor final, encareciendo la carne en los mercados internacionales. El temor a una pérdida de competitividad realza la urgencia de que Bruselas busque una salida diplomática que frene la sangría económica en un sector que sostiene miles de empleos en España.

Un modelo demasiado dependiente de China deja a granjas españolas en la incertidumbre

Un Modelo Demasiado Dependiente De China Deja A Granjas Españolas En La Incertidumbre
Una Debilidad Estructural Del Sector Porcino Español: Su Enorme Dependencia De China Como Mercado Principal. Fuente: Agencias

El conflicto que se ha generado entre China y la UE, ha puesto de relieve una debilidad estructural del sector porcino español: su enorme dependencia de China como mercado principal. Aunque la diversificación hacia otros destinos (como Japón, Corea del Sur o Filipinas) ha avanzado en los últimos años, el gigante asiático continúa absorbiendo gran parte de las exportaciones, al igual que la de otros países europeos. Esta concentración supone un riesgo evidente en un contexto de tensiones geopolíticas y medidas proteccionistas.

Los expertos recomiendan replantear la estrategia a largo plazo, explorando nuevos destinos en Oriente Medio y reforzando el consumo interno. Sin embargo, advierten de que la transición será lenta y no solucionará los problemas inmediatos que provocan los aranceles. Mientras tanto, miles de explotaciones ganaderas en España se enfrentan a un escenario de incertidumbre que amenaza su rentabilidad y su futuro, en un  momento en el que la inflación y los costes de producción ya presionan los márgenes.

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