El estadio Metropolitano del Atlético de Madrid albergará la final de la Champions de 2027, según decidió este jueves el Comité Ejecutivo de la UEFA reunido en Tirana. El recinto rojiblanco será por segunda vez la sede de la final de la máxima competición continental, después de hacerlo en la edición 2018-2019, en la que el Liverpool se llevó el título frente al Tottenham.
Incluido entre los once estadios españoles para acoger partidos hasta las semifinales del Mundial de 2030, el estadio fue inaugurado el 16 de septiembre de 2017, es el escenario en el que el primer equipo rojiblanco juega sus partidos y tiene capacidad para 70.692 espectadores, el 96% a cubierto.
No solo el Metropolitano: España ha albergado varias finales de Champions y Copas de Europa en su historia
Y es que España siempre ha sido un país estrechamente vinculado a la historia de la competición, albergando finales de Champions que han marcado épocas y consolidando estadios como templos del fútbol europeo. La combinación de clubes históricos, infraestructura moderna y una pasión incomparable por el fútbol ha convertido a España en un escenario recurrente para las grandes citas continentales.
Desde los legendarios encuentros en el Santiago Bernabéu hasta las modernas instalaciones del Estadio del Metropolitano, cada final disputada en territorio español ha ofrecido momentos de drama, emoción y gestas memorables que quedan grabadas en la memoria de los aficionados de todo el mundo.
El atractivo de España como sede de finales no se limita únicamente a la calidad de sus estadios. La logística, la capacidad hotelera y la pasión de las aficiones son elementos que la UEFA ha valorado de manera especial, convirtiendo al país en un referente para eventos deportivos de máxima exigencia.
Santiago Bernabéu: Cuatro finales de leyenda
El estadio del Santiago Bernabéu, inaugurado en 1947 y hogar del Real Madrid, es uno de los templos más venerados del fútbol mundial. Ha sido sede de la final de la Copa de Europa/Champions League en cuatro ocasiones: 1957, 1969, 1980 y 2010.

En 1957, el Real Madrid se coronó campeón al vencer al Fiorentina, mientras que en 1969, el Milan derrotó al Ajax. En 1980, el Nottingham Forest sorprendió al Hamburgo, y en 2010, el Inter de Milán se impuso al Bayern de Múnich. Cada una de estas finales consolidó al Bernabéu como escenario de gestas europeas y como sinónimo de historia viva del fútbol.
Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán: La final de 1986
El estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, en Sevilla, acogió la final de la Copa de Europa de 1986 entre el Steaua de Bucarest y el Barcelona. Este encuentro se convirtió en uno de los momentos más recordados de la competición por el inesperado triunfo del equipo rumano, que se impuso al Barcelona en una tanda de penales.

La final de 1986 no solo dejó una huella en la historia de los clubes participantes, sino que también consolidó a Sevilla como una ciudad capaz de organizar eventos deportivos de gran envergadura.
Estadio Metropolitano: la sede del futuro
El estadio Metropolitano, inaugurado en 2017 y sede del Atlético de Madrid, ha sido elegido nuevamente por la UEFA para albergar la final de la Champions League en 2027. Este será su segundo papel como anfitrión de la gran cita europea, tras la final de 2019, donde el Liverpool se coronó campeón al vencer al Tottenham.
Con capacidad para 70.000 espectadores y una infraestructura moderna, el Metropolitano se presenta como un escenario ideal para un evento de esta magnitud, combinando comodidad, seguridad y una atmósfera vibrante que promete grandes emociones para los aficionados que acudan a presenciar la final.
Otros estadios españoles en la historia de la Champions
Aunque con menor frecuencia, otros estadios españoles también han tenido el honor de acoger finales de la Champions. El Camp Nou, en Barcelona, fue sede de las finales de 1989 y 1999, presenciando victorias memorables y ofreciendo un marco incomparable para los seguidores del fútbol.

Además, el estadio de La Cartuja en Sevilla ha albergado finales europeas de gran relevancia, como la de la Europa League en 2003, donde el Porto venció al Celtic en un encuentro recordado por la intensidad y la emoción que desplegaron ambos equipos.