España ha comenzado el Eurobasket 2025, donde defiende título, de la peor manera posible, con una dura derrota ante Georgia (83-69) y mostrando una pobre imagen que le aleja de su mejor versión. El siguiente duelo será el sábado ante Bosnia, donde tendrá que buscar como agua de mayo su primera victoria en la competición.
Ahora, la ‘familia’ se queda sin mucho margen de error, ya que después del duelo de Bosnia, quedarán tres batallas más, ante Chipre, Italia y Grecia. Se clasifican las cuatro primeras selecciones del grupo y, a priori, el de Georgia era un duelo clave y asequible para comenzar con buen pie el torneo y evitar presiones innecesarias.
Tras el final del duelo, Willy Hernángomez ha sido muy claro sobre lo que ha pasado en la pista de Chipre: «Hemos hecho todo lo que no debíamos hacer». El pívot del Barcelona también ha dejado margen a la esperanza, tras asegurar que «tienen mucho margen de mejora».
Las sensaciones que ha dejado España y las estadísticas hablan por sí solas. Los de Scariolo solo han recabado cinco rebotes defensivos ante los 13 logrados por los georgianos, que se han mostrado con más hambre durante todo el encuentro.
Un comienzo muy dubitativo de España
El choque comenzó con los combinados muy encogidos y fallones en sus primeros intentos de poner si impronta en el marcador. El técnico italiano se decidió por un quinteto inicial compuesto por De Larrea, Yusta, Parra, Aldama y Willy Hernangómez.
Fue Georgia la que impuso su juego desde los primeros instantes y lo firmaron anotando los primeros puntos de la tarde, haciéndose fuertes debajo del aro tanto en ataque como en defensa.
Mientras, los de Scariolo comenzaban a cometer los mismos errores que le han lastrado en los partidos de preparación al Eurobasket, con pérdidas absurdas y falta de intensidad a la hora de defender en la pintura. Tampoco estuvieron finos a la hora de dar velocidad a su juego.

A pesar del mal comienzo, Willy fue capaz de mantener a ‘la familia’ y evitar que la sangre llegase al río. Georgia solo se marchó tres arriba al final del primer envite (20-17) cuando llegó a tener una distancia de máxima de diez puntos.
El segundo cuarto comenzó con los georgianos de nuevo acechando el aro español con el juego exterior y con el pívot español del Barça manteniendo el pulso a un partido que cada vez se hacía más cuesta arriba. Cada vez que España se acercaba en el marcador, los Shengelia, Bitadze y compañía no dudaban en imprimir un puntito más para volver a abrir la brecha.
El encuentro llegó al descanso con España solo a dos puntos de sus rivales (37-35) y con la sensación de que estaban yendo de menos a más y que podrían dar la vuelta a la tortilla en el segundo periodo.
Un último cuarto para olvidar
Pero solo fue un espejismo, ya que Baldwin estrenó el marcador del tercer cuarto con un gran triple, al que le siguió una buena entrada al aro de Shengelia para hacer un parcial de 5-0 y abrir distancias de nuevo. Una velocidad más que confirmaría Mamukelashvili con un nuevo acierto de tres desde la esquina para llevar el marcador a un más siete, (51-44).
El partido entró en su punto álgido en el inicio de último cuarto, con España siempre a remolque pero no desenganchada de una posible victoria. Si en los dos primeros compases fue Willy el que sostuvo al equipo, ahora fue su hermano, Juancho, el que aguantaba el ‘tú a tú’ a los Georgianos.
De hecho, los de Scariolo pasaron de estar tan solo cinco abajo a ver cómo se les escapaba cualquier oportunidad con un nuevo acierto de Mamukelasvhili en una acción demasiado sencilla para el pívot de los Raptors (67-58).
Fue Bitadze en un despiste defensivo de España el que con un nuevo triple devolvió la ventaja a más diez para los suyos (70-60) y dejó a los de Scariolo helados, con la sensación de que ya nada podían hacer más allá de minimizar daños de cara al ‘basket average’ de cara a hacer cuentas para estar en la siguiente ronda.