Uno de los grandes problemas que tenemos que afrontar en España (y en otros muchos lugares del mundo) cada verano tiene que ver con los diferentes lugares que se ven afectados por un incendio forestal o por varios de ellos, los cuales arrasan miles de hectáreas, arrasando con todo lo que pillan a su paso.
Ahora, con los avances tecnológicos y la inteligencia artificial, la comunidad científica internacional tiene a su disposición una serie de herramientas a través de las cuales podría predecir y anticiparse al fuego, conociendo dónde y cuándo podrían iniciarse. Este es un desafío que está cerca de lograr la ciencia y que puede ser clave para el futuro del planeta.
2EL RIESGO POTENCIAL DE UN INCENDIO FORESTAL

Más allá del lado de la catástrofe tras los incendios que aún no vemos, hay que ser conscientes de que los incendios forestales son un problema cada vez más habitual. Este verano se han quemado cerca de 300.000 hectáreas, que aún podrían ser más por los numerosos incendios que aún se encuentran activos en nuestro país.
Factores como las olas de calor más tempranas y los veranos más secos favorecen la propagación de las llamas. En el pasado se usaba la «regla del 30-30-30» como un indicador de riesgo, que significaba: «temperaturas superiores a 30 °C, vientos de más de 30 km/h y humedad por debajo del 30 %. Sin embargo, en estas condiciones el riesgo potencial se multiplica a tal nivel que hace que sea ineficaz.