Los números que ves en las transmisiones de tus streamers favoritos podrían no ser tan reales como parecen. Según el creador de contenido y analista Devin Nash, la mayoría de los grandes canales de Twitch y Kick estarían inflando sus audiencias con bots para aparentar más éxito del que realmente tienen, ¿un secreto a voces?.
Su investigación, realizada sobre miles de transmisiones, apunta a que hasta un 90% de los principales streamers recurren a esta práctica, lo que plantea dudas no solo sobre la transparencia de la industria, sino también sobre la confianza de las marcas que invierten en publicidad, siendo tal vez esta la parte que más preocupe a los streamers por el tema de dinero. El fenómeno, que algunos ya califican como “un secreto a voces”, cobra fuerza con testimonios de otros creadores y la falta de medidas efectivas por parte de las plataformas.
Aunque Twitch asegura que los bots son más comunes entre streamers pequeños, las cifras reveladas por Nash contradicen esa versión y ponen bajo sospecha a los nombres más influyentes, y es que final ¿da igual si pueda estar en público con ustedes?. La polémica está servida, el negocio del streaming podría estar mucho más maquillado de lo que el espectador cree.
Un estudio revela que hasta el 90% de los grandes streamers estarían usando bots para inflar su audiencia

Devin Nash, analista y creador de contenido, asegura haber descubierto el lado más oscuro del streaming tras analizar miles de transmisiones en Twitch. Su estudio indica que 430 de los 500 canales más grandes estarían utilizando bots para inflar artificialmente sus números, lo que supone que hasta un 90% de los grandes streamers no mostrarían una audiencia real.
El análisis se basó en la comparación entre usuarios activos en el chat y espectadores contabilizados, detectando discrepancias que solo podían explicarse con la presencia de tráfico falso. Este hallazgo pone sobre la mesa un problema de gran calado: la audiencia que muchos creadores presumen ante marcas y espectadores no sería más que un espejismo.
Según Nash, los viewbots representan entre un 30% y un 40% de la audiencia visible en las retransmisiones principales, a lo que se suma otro porcentaje de visualizaciones incrustadas. Se trata de una práctica que, lejos de ser aislada, parece haberse convertido en el camino rápido para escalar posiciones en un sector cada vez más competitivo.
Las cifras falsas ponen en jaque la confianza de los espectadores y las inversiones publicitarias

Los espectadores, convencidos de que forman parte de comunidades millonarias en números (porque es lo que han hecho creer todo este tiempo), podrían estar siguiendo canales que en realidad no cuentan con la repercusión que aparentan. La ilusión de éxito genera un efecto dominó; cuanto más grande parece ser un canal, más espectadores reales se suman, creyendo que participan en un fenómeno masivo.
Sin embargo, esta manipulación obviamente daña la confianza del público, que se siente engañado cuando salen a la luz datos como los revelados por Nash. El engaño no afecta únicamente a la audiencia. Las marcas, que invierten grandes cantidades de dinero en patrocinios y contratos con streamers, terminan destinando presupuestos a campañas que se apoyan en cifras infladas.
Esto erosiona la credibilidad del sector (¡y de qué manera!) y obliga a replantear la forma en que se miden los resultados publicitarios en el streaming. Si los números no reflejan la realidad, las inversiones se convierten en un riesgo y el mercado pierde transparencia.
Twitch y Kick miran hacia otro lado mientras el fraude se convierte en norma en la industria

Ahora bien, todo este revuelo ha generado una reacción de la plataforma, tal y como era de esperarse, la versión oficial de Twitch contradice los hallazgos de Nash. Dan Clancy, CEO de la plataforma, afirmó recientemente que el uso de bots es un problema común entre streamers pequeños, pero negó que los grandes creadores recurran a estas prácticas de forma masiva.
Sin embargo, la investigación apunta en sentido opuesto y sugiere que las plataformas no están tomando medidas suficientes para frenar un fenómeno que mina su propia credibilidad. Kick, la plataforma competidora, tampoco escapa a estas acusaciones. Otros creadores, reconocieron públicamente la existencia de esta práctica durante una transmisión con Ibai Llanos y TheGrefg.
Aunque el colombiano defendió la legitimidad de sus cifras, admitió que muchos de sus colegas recurren a bots para aparentar más éxito. Con estos testimonios y estudios en la mano, la sospecha crece: las grandes plataformas parecen mirar hacia otro lado mientras el fraude se normaliza.