Del amago de retirada, Ricky Rubio volverá a jugar en el Joventut. Lo hará después de extraños y misteriosos mensajes en redes sociales, y una entrevista en profundidad con Jordi Évole. Todo a la ilusión por su vuelta. Ricky Rubio, de 34 años, jugará una temporada más al baloncesto, con el Joventut, el club que le vio nacer al más alto nivel.
Hablamos del prodigio del baloncesto español, que proseguirá ahora así su increíble historia. Brillante, extenuante, que había recorrido sus últimos kilómetros hasta la fecha el pasado 2 de junio de 2024 en el Palau Blaugrana, vestido con el FC Barcelona, en el tercer partido de las semifinales de la Liga Endesa ante el Real Madrid. Más de un año de parón.
Ricky Rubio regresa a jugar con el Joventut, club que le vio nacer y crecer
En aquel entonces, el catalán insinuó su retirada del baloncesto, pero finalmente no acabó llegando. Era el verano de 2009 cuando Ricky Rubio, con apenas 18 años, ponía fin a su primera etapa en la Penya. Dejaba atrás el club que lo había visto debutar con 14 años en la Liga ACB, el más joven en hacerlo hasta entonces.
En el palmarés del de El Masnou ya figuraban la Copa del Rey y la Eurocup, ambas conquistadas en 2008, en uno de los momentos dorados más recientes del Joventut. Junto a Rudy Fernández, Demond Mallet, Pau Ribas, Lubos Barton y bajo la dirección de Aíto García Reneses, el joven Ricky había sido una pieza clave de un equipo campeón.

Ricky Rubio llegó a la NBA como la oportunidad de su vida
Sin embargo, tras aquellos éxitos, la temporada 2008/2009 marcó un descenso de nivel. El Joventut quedó fuera de las semifinales en la Liga ACB y tampoco pudo reeditar su título europeo en la Eurocup. El proyecto empezaba a descomponerse con salidas como la de su compañero Rudy a la NBA.
El gusanillo del deporte de competición y el deseo de despedirse disfrutando cerca de casa superaron las dudas, los miedos y la zona de confort. Con tan solo 19 años fichó por el Barça donde ganaría la Euroliga y en 2011 emprendería su camino hacia la NBA de la mano de Minnesota Timberwolves. Los estadounidenses lo habían escogido en el Draft 2009 en 5ª posición y con los que debutó y jugó durante cinco temporadas para luego vestir también las camisetas de Utah Jazz, Phoenix Suns y Cleveland Cavaliers, con una segunda etapa en Minnesota por medio.
La presión que vive desde la adolescencia
Pero fue un momento que le trajo muchos problemas de salud, lidiando con la depresión. Y como ya lo dijera en su entrevista con Jordi Évole, no se cortó al criticar duramente a la liga estadounidense de la NBA.
«Me tomé este año para reflexionar sobre mi carrera y mi vida, y me di cuenta de que si he llegado a donde estoy hoy no es por las asistencias que he dado, sino por las que he recibido. Esto no es una despedida, es un agradecimiento a todos los que me han ayudado en el camino», dijo.
El eje central de su vida fuera de la cancha es la Fundación Ricky Rubio, creada en 2018 en honor a su madre, Tona Vives, fallecida por cáncer de pulmón.

Los problemas de salud mental de Ricky Rubio
La fundación impulsa campañas de concienciación, promueve el diagnóstico temprano y apoya la investigación sobre esta enfermedad. Además, trabaja en la inclusión a través del deporte y en el acompañamiento de pacientes y familias afectadas.
Para mí nunca nada era suficiente«, revela Rubio, doble medallista olímpico (plata en Pekín 2008 y bronce en Río 2016), campeón del mundo y MVP en 2019, y doble campeón de Europa (2009, 2011) con la selección española. El baloncestista español fue la última gran estrella del deporte que decide abrirse para concienciar sobre la importancia de la salud mental, como en su día hicieron Simone Biles, Michael Phelps, Naomi Osaka o, más recientemente, Alexander Zverev.
La carrera de Ricky Rubio ha estado marcada por las graves lesiones de rodilla. La primera lo frenó al poco de debutar en la NBA (y le costó los los Juegos Olímpicos de Londres 2012) y la última le cortó las alas cuando vivía su mejor momento en 2022.
En la entrevista junto a Jordi Évole’, Ricky Rubio habló del difícil momento personal que atravesó después de esta lesión y cómo esa crisis desencadenó primero en su renuncia al Mundial de 2023 y después al abrupto paréntesis en su carrera.

“No quería ni coger el teléfono porque yo sabía que me había roto. Y mi primera reacción es ‘esto no me ha pasado a mí, pero se van a cagar porque voy a volver más fuerte que nunca'», explicaba.
«Estoy todo un año con una sensación que no la entiendo, enfadado con el mundo. Vuelvo a jugar, hago toda la preparación para el Mundial, pero tengo una sensación rarísima. Me miro en un espejo y veo que algo no va bien», continúa. En alguna ocasión Ricky Rubio había confesado haber pasado por un momento oscuro durante esos meses, y en esta entrevista profundiza sobre esa crisis que se agudizó durante la concentración con la selección española para el Mundial de 2023.
«Hubo un pensamiento muy difícil, y no quiero para nada magnificarlo, pero una de las noches que estaba en el hotel dije ‘no quiero seguir’. Ya no solo con el baloncesto, sino con la vida. Tengo una familia, tengo un hijo… Pero me sentí así por un segundo. Y dije, ‘ojo. Aquí sabes que no eres tú, aquí algo te está tomando el control de ti mismo«, confiesa.
Un ‘estrés crónico’ que «desregularizó» su organismo: «La única forma que pude afrontar fue entendiendo como había llegado hasta ahí y por qué me estaba pasando»
Rubio revela entonces como fue su decisión de abandonar la concentración de la selección española de baloncesto y renunciar al Mundial. «Pedí ayuda como supe. Me voy con mi preparador físico y mi fisio a tomar un café y les cuento cómo estoy. Y esa tarde venía mi mujer, porque teníamos la tarde libre, y le digo, ‘me tienes que ayudar a hacer las maletas. Yo no las puedo hacer, no me puedo ir. Pero me tienes que ayudar‘», explica.
Él mismo confesó que había desarrollado un ‘estrés crónico‘ que «desregularizó» su organismo. «Podemos poner etiquetas, yo no nunca las tuve, como una depresión o un trastorno de ansiedad. Tuve síntomas de problemas de salud mental que la única forma que pude afrontar fue entendiendo como había llegado hasta ahí y por qué me estaba pasando», contó Ricky Rubio.
Esta situación fue causada por dos situaciones. La primera de ellas tuvo que ver sobre «cómo piensa él mismo», llevándole a jugar en un alto nivel que, en ese momento, «no era sostenible». «Después los externos, por la competición, el baloncesto. Me tenía que alejar de él. La FEB y Cleveland lo entendieron perfectamente. Me tenía que alejar y pasé mucho miedo, pero era lo correcto«, aclaró.
El palmarés de Ricky Rubio se completa también con una gran carrera en la selección española, con un Mundial 2019 en el que fue MVP, así como dos Eurobasket en 2009 y 2011, y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde se ganó la atención de la NBA por primera vez cuando todavía ni era mayor de edad se codeaba con estrellas de la talla de Kobe Bryant o LeBron James.
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