Desde su estreno el pasado 1 de agosto, ‘Mi año en Oxford’ no ha dejado de escalar posiciones en el catálogo de Netflix. En apenas 72 horas, se ha convertido en la película más vista en España y una de las más comentadas en redes sociales. Aunque la plataforma lanza novedades cada semana, pocas han conseguido un impacto tan inmediato como esta.
Lo que parecía a simple vista una comedia romántica más, con su cartel encantador, romántico y ambientación británica, ha sorprendido por el giro emocional que plantea. El público, que esperaba una película más de amor, ha reaccionado con una mezcla de entusiasmo y conmoción. Muchos usuarios confiesan haber empezado la película en busca de una historia ligera y haber terminado entre lágrimas. Como resume un comentario viral en redes: «Pensé que era una comedia romántica y terminé llorando como en un funeral. Me engañaron, quería confort y encontré un trauma».
Este fenómeno de Netflix recuerda a otros títulos del género que jugaron con esa mezcla de comedia y drama romántico, como ‘Yo antes de ti’ o ‘Bajo la misma estrella’, y no es casualidad. La película está producida por Temple Hill, la misma compañía detrás de esas historias de amor que mezclan ternura y tragedia con mucho acierto.
3El público conecta y recomienda ‘Mi año en Oxford‘

Las redes sociales han sido clave para el ascenso meteórico de ‘Mi año en Oxford’. Las recomendaciones boca a boca —y post a post— han multiplicado su visibilidad. Muchos usuarios comparten escenas específicas, frases que les han marcado o incluso graban sus lágrimas tras el final de la película.
Uno de los comentarios más repetidos es que ‘Mi año en Oxford’ engaña con su envoltorio: «Empezó como Notting Hill y terminó como Yo antes de ti». Esa mezcla entre comedia ligera y drama profundo ha funcionado como gancho perfecto para un público que busca historias con algo más que romance.
Además, el escenario universitario de Oxford le da a ‘Mi año en Oxford’ un ambiente estéticamente atractivo. Las bibliotecas, los pasillos antiguos y los paisajes británicos tradicionales también aportan el fondo ideal para una historia de amor que termina saliéndose del molde convencional. Esta no es una película más.