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El arte de elegir asiento: ¿cómo optimizar tu experiencia aérea?

Cuando se trata de vuelos de largo recorrido, como los vuelos Madrid Bogotá, Buenos Aires, Lima o cualquier otro destino intercontinental, la elección del asiento puede marcar la diferencia entre una experiencia agradable o una jornada interminable de incomodidad. 

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Ya no se trata solo de si prefieres ventana o pasillo, hoy puedes mejorar tu experiencia de vuelo teniendo en cuenta aspectos como ergonomía, la ubicación dentro del avión y los servicios asociados a cada tipo de asiento.

Aunque los vuelos más largos suelen ofrecer distintas clases y servicios según la aerolínea, hay criterios universales que pueden ayudarte a tomar la mejor decisión, sobre todo si vuelas con frecuencia. A continuación, te ofrecemos una guía estratégica para elegir asiento como un verdadero experto.

1. Conoce la distribución del avión

Antes de reservar, vale la pena echar un vistazo al plano de asientos del avión, así tendrás una una idea clara de cuáles son los asientos con más espacio, los que están cerca de baños o salidas, y cuáles deberías evitar (por ejemplo, los que no se reclinan o están junto a zonas de mucho tránsito).

Si vuelas en un Airbus o un Boeing, modelos comunes en rutas largas, la clase económica suele tener una configuración 3-3-3 o 3-4-3. En estos casos, los asientos del pasillo central pueden ofrecer más facilidad de movimiento, mientras que los de las filas delanteras o de salida de emergencia tienen más espacio para las piernas.

2. Ergonomía

Para los viajeros altos, los asientos junto a salidas de emergencia o en la primera fila de la cabina (conocidos como bulkhead seats) son ideales, ya que ofrecen más espacio para estirar las piernas. Eso sí, en algunos casos no tienen compartimento inferior para guardar objetos, lo que puede ser un inconveniente.

3. Ubicación

La parte delantera del avión suele ser más silenciosa. Además es la que recibe primero el servicio de comida y la que antes desembarca. 

Por otro lado, los asientos traseros pueden ser más económicos y, si el vuelo no va lleno, tendrás más posibilidades de que te toque una fila entera libre.

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Evita los asientos cercanos a los baños si eres sensible al ruido o a los olores, y ten en cuenta que la proximidad a las alas reduce la sensación de turbulencia, lo que puede ser útil si este tipo de inconvenientes en el vuelo te causan ansiedad.

4. Programas de fidelización y upgrades

Si vuelas con frecuencia, inscríbete en los programas de viajero frecuente: te permitirá acumular puntos que pueden canjearse por mejoras de asiento o acceso a zonas premium. 

A veces, con solo unos pocos euros o millas adicionales, puedes pasar de un asiento estándar a uno con más espacio o en una zona más tranquila.

5. Pequeños detalles

Finalmente, no subestimes el valor de funciones como pantallas individuales, puertos USB o cercanía a una ventana para tener mejor iluminación natural. Si eres de los que trabaja en el avión o quiere ver películas, no te olvides controlar que el asiento que eliges tenga estas cosas.

En vuelos largos como los que conectan Europa, Sudamérica y Asia, todos estos pequeños lujos hacen una gran diferencia en cómo llegas a destino.Ya sea que tomes frecuentemente vuelos a Bogotá, Caracas o Lima, o te estés preparando para una escapada puntual al otro lado del mundo, tener en cuenta factores como la ergonomía, ubicación y servicios disponibles te permitirá disfrutar más del trayecto. 

Así que la próxima vez que reserves tu vuelo, recuerda que elegir asiento no es solo una cuestión de preferencia, es una decisión estratégica muy importante para tu bienestar y descanso.

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