Salir a la puerta de casa a despedir el día, conversar con los vecinos, compartir risas al caer la tarde… hasta hace poco formaba parte de la rutina diaria en muchos pueblos de nuestro país. Esta costumbre española, tan nuestra, ha sido durante décadas una práctica habitual, especialmente entre personas mayores que residen, sobre todo, en áreas rurales.
Sin embargo, en los últimos meses, varias autoridades locales han establecido normas estrictas que limitan este hábito con sanciones que pueden llegar a 500 €. ¿Por qué ahora y cómo se justifica que una costumbre española tan básica y arraigada ahora sea sinónimo de multa?
1Qué está cambiando en las normas locales y cómo afecta a esta costumbre española

En varios ayuntamientos ya están surgiendo advertencias contra sacar sillas o mesas a la calle sin autorización. Una costumbre española conocida como ‘tomar el fresco’ ahora puede convertirse en una multa de 500 €. Las autoridades alegan que estas acciones implican ocupación ilegal de la vía pública y generan riesgos de seguridad o entorpecen el paso peatonal. El caso más visible hasta la fecha sucede en Barcelona, donde se ha elaborado una ordenanza de civismo que podría penalizar esta costumbre española con multas considerables. Sin estar expresamente tipificada a nivel nacional, se trata de regulaciones municipales sobre el uso correcto del espacio público y convivencia urbana.
Un mensaje compartido por la Policía Local de Santa Fe alertaría a los ciudadanos: sacar utensilios a la vía pública sin permiso podría considerarse infracción. La sugerencia de retirarlos cuando se solicitara elevó el debate en redes y quejas de numerosos vecinos en los ayuntamientos, por lo que consideran una intromisión en su modo de vida.