Aunque solemos pensar que los superalimentos son exóticos, raros o difíciles de conseguir, la realidad podría estar mucho más cerca, en la frutera de casa. Las uvas, protagonistas históricas de la dieta mediterránea, han sido injustamente subestimadas. Hoy, la ciencia las rescata para situarlas donde siempre debieron estar: en el podio de los alimentos con más beneficios para el organismo.
Una nueva investigación publicada en la revista científica Journal of Agriculture and Food Chemistry y liderada por el Dr. John M. Pezzuto, decano del College of Pharmacy and Health Sciences de la Western New England University, propone algo claro: es hora de considerar a las uvas como verdaderos superalimentos. Y no lo dice por costumbre ni por nostalgia. Lo hace basándose en más de sesenta estudios científicos que revelan el potencial oculto de esta fruta milenaria.
4Protección contra los rayos UV y la salud de la piel

Otro de los descubrimientos que más sorprenden dentro de esta nueva ola de investigaciones es el rol de las uvas en el cuidado de la piel. El estudio de Pezzuto sugiere que el consumo de uvas mejora la resistencia de la piel frente a la radiación ultravioleta, lo cual puede traducirse en una menor probabilidad de quemaduras solares y daño en el ADN celular.
Este hallazgo no solo abre una nueva línea de investigación, sino que también posiciona a las uvas como un complemento natural para quienes desean cuidar su piel desde adentro. De hecho, la cosmética empieza a mirar con otros ojos a esta fruta, incorporando extractos de uva en cremas, sérums y productos antiedad.
Sin embargo, según Pezzuto, el verdadero efecto se alcanza desde la alimentación, en el marco de una dieta rica en frutas, verduras y alimentos sin procesar. Las cremas pueden ayudar, pero nada iguala al poder que tienen los nutrientes cuando llegan al cuerpo a través de la comida real.