Marc-André Ter Stegen remeció el entorno del FC Barcelona al anunciar públicamente que se someterá a una operación de espalda. El arquero alemán, aún portador del brazalete de capitán, eligió sus propias redes sociales para dar la noticia, revelando no solo su baja durante los próximos tres meses, sino también dejando una sensación de tensión evidente con la dirigencia del club.
El detalle más impactante no es que se opere, sino que haya sido él mismo quien comunicó los tiempos de recuperación. Algo poco habitual y con clara carga de mensaje hacia el club. Con ese gesto, Ter Stegen expone no solo su situación física, sino también su postura frente a cómo se están manejando las cosas en la institución.

Desde la planta noble del Barça la reacción fue inmediata. En un momento en que el club necesita liberar masa salarial y busca la manera de inscribir a Joan García, la baja del arquero por tres meses complica aún más las cuentas. Según las reglas de LaLiga, solo se puede reemplazar a un jugador lesionado si su tiempo de recuperación es superior a cuatro meses. Ter Stegen marcó tres, cerrando así cualquier puerta a un refuerzo inmediato, algo que añade incertidumbre tanto deportiva como económica.
Una decisión que obstaculiza al Barça en el mercado
El anuncio quirúrgico de Ter Stegen fue un freno en seco a cualquier intento del club por mover piezas en el mercado. La directiva culé barajaba la posibilidad de buscarle una salida para aliviar las finanzas, ya sea mediante una cesión o traspaso, pero con el arquero camino al quirófano, todo queda congelado. El FC Barcelona queda sin margen de acción. Para poder inscribir a Joan García, el club debe liberar el 80% del salario del guardameta alemán.
Sin embargo, en el escenario actual, eso es prácticamente inviable. Ter Stegen permanece en plantilla, pero no disponible, lo que representa un obstáculo importante para los planes del cuerpo técnico y la dirección deportiva. Desde dentro del club se filtra que su recuperación podría extenderse más de lo que él mismo comunicó. Algunos rumores señalan que podrían ser cuatro o incluso cinco meses, dado que se trata de una lesión reincidente.
Pero hasta el momento, no hay ninguna confirmación oficial al respecto. Lo cierto es que el tiempo corre y la incertidumbre no deja de crecer. Este episodio recuerda a lo vivido en la temporada pasada, cuando una larga baja de Christensen permitió inscribir a Dani Olmo. Aquella vez, las condiciones se alinearon. Ahora, el escenario es mucho más complicado. La operación de Ter Stegen, en lugar de abrir una puerta, parece haberla cerrado de golpe.
Comunicado frío del club y mensaje cargado del jugador Ter Stegen
La respuesta institucional del FC Barcelona fue breve y sin grandes detalles. En un comunicado escueto, se limitó a informar que la operación se realizará en Francia, bajo la supervisión de la doctora Amélie Léglise. Sin embargo, el club evitó ofrecer un plazo estimado de recuperación, algo que dejó en manos del parte médico que se emitirá una vez completada la cirugía. Todo lo contrario ocurrió con el mensaje de Ter Stegen, quien publicó una carta emocional y directa en tres idiomas. En ella se dirige a los aficionados y explica que, pese a sentirse en buena forma física, el dolor en la espalda persiste y por eso ha tomado la decisión de operarse nuevamente.
Será su quinta cirugía en cinco años, la segunda que involucra su espalda. En el mensaje deja claro que su objetivo es regresar al cien por ciento, sin riesgos y con garantías. Mira más allá de lo inmediato y pone su mirada en el Mundial 2026, una competición que quiere disputar como titular con la selección de Alemania, ahora que la era de Manuel Neuer ha terminado.
Sin embargo, este horizonte a largo plazo no coincide con las urgencias del Barça, que atraviesa un proceso de reconstrucción y necesita a sus líderes en el campo. En este contexto, la decisión del alemán lo mantiene dentro del club, pero lejos del terreno de juego, generando tensiones en un momento delicado para la institución. La portería azulgrana queda en manos de Joan García y de un Wojciech Szczesny que llega con la difícil tarea de aportar seguridad. Mientras tanto, la sombra del capitán operado seguirá pesando sobre el equipo.
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