En los últimos años, la salud cardiovascular dejó de ser un tema exclusivo de adultos mayores o personas con antecedentes familiares. Hoy, la prevención temprana se volvió una prioridad para quienes quieren vivir más y mejor. Y si bien el ejercicio y la gestión del estrés son fundamentales, los alimentos son un pilar indiscutido para mantener un corazón sano.
Por eso, diversos estudios científicos han puesto el foco en ciertos alimentos que, por su composición y propiedades, no solo reducen factores de riesgo como el colesterol o la hipertensión, sino que también tienen efectos protectores demostrados. En este artículo te contaremos cuáles son los cinco alimentos más recomendados por los especialistas y cómo incorporarlos de forma natural en tu día a día.
3Tomates: el color rojo que protege el corazón

Los tomates no solo alegran visualmente nuestras comidas, también esconden en su interior una sustancia poderosa: el licopeno. Este pigmento natural tiene propiedades antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres, reducir la inflamación y prevenir el daño celular, tres factores clave en la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Una revisión publicada en el American Journal of Lifestyle Medicine demostró que consumir tomates regularmente —ya sea crudos, en jugo o en salsas— puede mejorar los niveles de colesterol, bajar la presión arterial y favorecer la salud endotelial, es decir, la capacidad de los vasos sanguíneos de relajarse y contraerse.
Y hay un dato curioso: el licopeno se absorbe mejor cuando el tomate está cocido y acompañado de una pequeña cantidad de grasa saludable, como el aceite de oliva. Por eso, una salsa casera con tomates, cebolla y un chorrito de aceite puede ser mucho más beneficiosa que una ensalada sin aderezo.
Además del licopeno, el tomate es un alimento rico en potasio, fósforo, vitaminas C, E, A, B1, niacina y ácido fólico. Con apenas 20 calorías cada 100 gramos, es una opción perfecta para sumar sabor, frescura y beneficios cardiovasculares sin preocuparse por el peso.