El Real Oviedo, recién llegado a la élite del fútbol español, se prepara para dar un golpe sobre la mesa en el mercado de fichajes. El Grupo Pachuca, dueño del club asturiano, trabaja en una operación que podría cambiar para siempre la historia reciente de la institución. El nombre que está sobre la mesa es el de Lucas Ocampos, un extremo argentino con un brillante pasado en el Sevilla y un presente más apagado en los Rayados de Monterrey.
La posibilidad de que Ocampos vista la camiseta azul ha tomado fuerza en las últimas horas. Desde Oviedo valoran positivamente su llegada y creen que encajaría como anillo al dedo en el nuevo proyecto deportivo. El gran problema es su sueldo.

El argentino tiene contrato vigente en México hasta 2027 y su ficha está fuera del presupuesto de un club que acaba de volver a Primera División tras más de veinte años de espera.
Grupo Pachuca y el interés en Ocampos
El respaldo económico y estructural del Grupo Pachuca ha sido fundamental en la transformación del Real Oviedo. Luego del ansiado ascenso, la cúpula directiva quiere dejar claro que su objetivo no es simplemente mantenerse, sino competir de verdad. Por eso, la idea de fichar a un jugador con renombre mundial como Ocampos gana terreno.
La situación del argentino en Monterrey también abre una ventana de oportunidad. El equipo no ha comenzado bien el torneo y se prevén cambios importantes.
Ocampos no ha logrado consolidarse en el once titular y estaría dispuesto a regresar a Europa si aparece una propuesta seria. Aquí es donde entra en juego el Grupo Pachuca, que ya se mueve para encontrar una fórmula que permita una cesión o una salida económicamente viable.
Un fichaje top que exige sacrificios al Grupo Pachuca
Desde el entorno del jugador, la opción de llegar al Real Oviedo no se descarta. El proyecto deportivo, el entusiasmo del ascenso y la posibilidad de volver a brillar en una de las grandes ligas europeas son elementos que seducen a Lucas Ocampos. No obstante, su salario es un escollo enorme que podría frenar todo el movimiento.
La única forma de que el fichaje avance sería que el propio futbolista acepte rebajar de forma importante sus pretensiones económicas. Esa decisión todavía no está tomada, pero no sería una sorpresa si decide priorizar lo deportivo por encima de lo financiero.
Ya ocurrió algo similar con el caso de Nicolás Tagliafico, otro nombre que estuvo en la órbita del Oviedo. En ambos casos, la voluntad del jugador puede ser la llave que abra las puertas del Tartiere.