La última emisión de ‘Todo es mentira’ en Cuatro, abrió con un análisis directo y basado en cifras sobre un tema que genera debate constante en España: la relación entre inmigración y delincuencia. Risto Mejide, siempre frontal, utilizó el comienzo del programa para contextualizar los recientes disturbios ocurridos en Torre-Pacheco y hacer un llamado de atención sobre la necesidad de abordar el tema sin caer en generalizaciones ni prejuicios.
Con un enfoque documentado y sin rodeos, el presentador de Mediaset planteó una reflexión que busca desmontar creencias arraigadas, muchas veces amplificadas por discursos políticos o redes sociales. Según Mejide, el primer paso para entender lo que realmente ocurre en España es no dejarse llevar por titulares sensacionalistas ni por estadísticas malinterpretadas.
3El aporte económico de la inmigración en cifras

Más allá de lo delictivo o penal, Mejide también abordó el impacto positivo que la inmigración tiene en la economía española, citando directamente un informe del Banco de España: «El Banco de España, entre el 2000 y el 2020, [dice que] la inmigración ha explicado del 15% al 18% del incremento del PIB». Esta cifra muestra un dato difícil de ignorar en un debate que muchas veces se centra solo en el coste social de la inmigración.
Además, mencionó que los inmigrantes representan un 14% de las altas en la Seguridad Social y que «pagan más cotizaciones que lo que consumen en sanidad y en pensiones». Este dato contrasta con el argumento frecuente de que los inmigrantes suponen una carga para el sistema público.
Tras desgranar datos y desmontar mitos sobre el vínculo entre la migración y la delincuencia en el país, Risto lanzó una advertencia que busca ir más allá del debate técnico: «Que cada uno vote a quien le dé la gana, pero por favor, no nos dejemos engañar. Que eso si uno es estúpido, no pasa nada, pero si todo un país se ‘estupidiza’, tenemos todos un problema».
Con este mensaje, el presentador de ‘Todo es mentira’ pidió responsabilidad informativa a los medios y a los líderes políticos, sobre todo en momentos y situaciones tan delicadas como lo ocurrido en Torre-Pacheco, también ha pedido conciencia al espectador. La invitación ha sido a no caer en el sensacionalismo ni en los discursos simplistas que vinculan directamente inmigración con inseguridad.