El Real Madrid podría encontrarse ante una oportunidad de mercado tan tentadora como inesperada. Jorge Mendes, representante de gran peso en el mundo del fútbol, ha ofrecido a Bernardo Silva al club blanco sin coste alguno una vez que termine su contrato con el Manchester City en 2026.
La propuesta ha llamado la atención no solo por lo accesible del movimiento, sino por el perfil del futbolista. Bernardo Silva es un jugador consolidado en la élite europea, con peso en el vestuario citizen y una experiencia que pocos pueden igualar. A pesar de los rumores constantes sobre su salida en campañas anteriores, el luso no solo se mantuvo en el City, sino que se convirtió en una de las voces fuertes dentro del equipo.

Su permanencia en el club inglés parece tener fecha de caducidad, y con 31 años, su nombre vuelve a sonar en el entorno madridista. Desde la cúpula blanca aún no hay señales claras de una decisión definitiva, aunque la opción está sobre la mesa.
El perfil futbolístico de Bernardo Silva que encaja pero no termina de convencer
Con el paso de los años, Bernardo Silva ha demostrado una notable evolución dentro del campo. Lo que comenzó como un extremo veloz y encarador se transformó en un mediocampista cerebral, capaz de manejar los ritmos del partido, ubicarse con inteligencia en zonas interiores y aportar visión en la construcción de juego.
Ese crecimiento lo posiciona como una alternativa lógica para ocupar espacios que han quedado vacíos tras las salidas de Toni Kroos y Luka Modrić, referentes del centro del campo en el último ciclo de gloria del Real Madrid. El portugués tiene el bagaje, la jerarquía y la calidad para tomar la posta en una zona que necesita renovación.
Sin embargo, no todo encaja del todo. En la directiva blanca existen reparos, sobre todo por su edad y las pretensiones salariales que podría exigir. El club ha decidido en los últimos años orientar sus fichajes hacia talentos jóvenes con proyección a largo plazo, un perfil que contrasta con la situación actual de Bernardo. Incluso si llegara como agente libre, hay dudas sobre si se ajusta realmente al modelo que hoy busca el Madrid.
El Madrid prioriza el futuro y analiza con cautela
El interés del Real Madrid por Bernardo Silva no es nuevo. Hace algunas temporadas, su nombre también estuvo en el radar del FC Barcelona, y por momentos parecía más cerca del Camp Nou que del Bernabéu. Sin embargo, las limitaciones económicas del club catalán truncaron cualquier posibilidad de acuerdo. En el entorno blanco, la figura de Jorge Mendes siempre ha sido un facilitador de conversaciones, pero lo cierto es que la operación nunca llegó a concretarse.
Ahora, con el jugador acercándose al final de su vínculo con el Manchester City, la situación vuelve a ponerse sobre la mesa, aunque bajo una óptica diferente. La política actual del Madrid pasa por construir un equipo que domine en la próxima década. Figuras como Vitinha o Mac Allister son del agrado del área deportiva, aunque sus fichajes resultan complicados por los altos precios y por la dificultad de negociar con clubes como el PSG, con quienes las relaciones no atraviesan su mejor momento.
En este contexto, la carta de libertad de Bernardo Silva podría representar una solución rápida y económica. Pero en Valdebebas no se apresuran. La dirección prefiere analizar con cautela cada paso, sabiendo que el mercado aún puede deparar opciones más alineadas con la visión de futuro que guía al proyecto deportivo. Por ahora, el nombre del portugués flota en el aire, sin certezas, pero con el interés silencioso de quienes no descartan una jugada inesperada.