La salida de Jesús Rodríguez del Real Betis Balompié con destino al Como 1907 no ha sido tan idílica como se podría haber pensado inicialmente. Lo que parecía un traspaso millonario y beneficioso para las arcas verdiblancas, ha desatado una rajada por parte de Cristóbal Rodríguez, padre del joven extremo, quien ha explicado los motivos reales detrás de la marcha de su hijo apenas siete meses después de su debut con el primer equipo.
Aunque la operación ha reportado al Betis un mínimo de 25,5 millones de euros, con la posibilidad de alcanzar los 28,5 millones y reservarse un 15% de plusvalía por una futura venta, las declaraciones del progenitor de Jesús Rodríguez dejan entrever un trasfondo de desilusión. «Es una decisión en la que el Como, el jugador y el Betis han llegado a un acuerdo. Y ya está. Le gustó el proyecto y decidió irse para allá», aseguró Cristóbal, pero sus palabras posteriores muestran un claro matiz de reproche.

El sentir de la familia Rodríguez: el Betis pudo hacer más
La principal revelación de Cristóbal Rodríguez, el padre de Jesús Rodríguez, es su firme creencia de que el Real Betis Balompié pudo haber hecho algo más para retener a su hijo. «Yo creo que sí, que el Betis pudo haber hecho algo más. Es lo que pienso yo. En la familia creíamos que se iba a quedar más tiempo, pero por lo que se ve…», sentenció, dejando en el aire una sensación de oportunidad perdida por parte del club.
Esta perspectiva familiar contrasta con la versión oficial de un acuerdo satisfactorio para todas las partes. El padre del jugador no discute las políticas del club, pero su intuición le decía que, al tratarse de un jugador de futuro y con tan solo seis meses en el primer equipo, la apuesta del Betis podría haber sido mayor. «La sensación que me queda es que… no sé si el Betis podía haber hecho más. Ésa es mi sensación», insistió, evidenciando una brecha entre las expectativas del entorno del jugador y la gestión del club.
Cuando el Betis le puso precio a Jesús Rodríguez…
Una de las frases más impactantes de la rajada de Cristóbal Rodríguez es la que desvela el momento clave en la decisión de Jesús Rodríguez. «Él no está decepcionado, aunque tenga sólo 19 años, es un chico maduro y cuando él vio que el Betis le puso precio, pues entonces dijo ‘Vamos a ir a buscarnos el futuro otro lado’», concluyó el padre. Esta declaración es lapidaria y muestra cómo el hecho de que el club le asignara un valor de venta fue el detonante para que el joven futbolista optara por buscar nuevos horizontes.
El mensaje es claro, Jesús Rodríguez no se sintió lo suficientemente valorado a nivel deportivo o en el proyecto a largo plazo del Betis una vez que el club le puso un cartel de transferible. A pesar de su juventud, su madurez le llevó a tomar una decisión contundente, si el Betis estaba dispuesto a traspasarlo por una cifra económica, él buscaría un lugar donde su potencial y futuro fueran la prioridad. Esta situación deja al descubierto las complejidades de gestionar el talento emergente y la necesidad de equilibrar los intereses deportivos y económicos en un club de fútbol.
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