Con la llegada del verano, los días se hacen más largos, el cuerpo se relaja y las emociones florecen. Es un momento ideal para reconectar con lo que nos hace bien, tanto por dentro como por fuera. Y aunque el sol y el aire libre parecen ser protagonistas indiscutibles, hay un factor silencioso que también influye en nuestro ánimo: la alimentación.
Sí, lo que comemos puede marcar la diferencia entre un verano lleno de vitalidad y otro sin energía ni motivación. Por eso, es importante saber qué tipo de alimentación ayuda a fortalecer el equilibrio emocional, combatir el estrés y potenciar la alegría de vivir. A continuación, te contaremos cuáles son y por qué deberías incluirlos en tu mesa estival.