No son pocos los retos que ha vivido la industria de la música en vivo en los últimos años. El golpe de la pandemia, el reto complejo de organizar giras internacionales que sean sostenibles y el cambio de hábitos de una generación más joven que bebe menos han obligado a reinventar varias estrategias. Sin embargo, en Madrid, a raíz de los problemas de sonido del Santiago Bernabéu, se había empezado a vivir una ola de críticas difícil de controlar, es cierto que algunos casos, como el del Metropolitano, estas quejas no pasaban de comentarios de redes sociales y alguna declaración a los medios.
Al mismo tiempo, era evidente que la estrategia del Bernabéu, poner la opinión pública de su lado, apostar por bufetes de abogados agresivos y bombardear las webs de policía y de instituciones públicas, se repetiría en otros espacios, así lo avisó la propia asociación de afectados por el feudo merengue. Pero desde la Comunidad de Madrid, que entiende los grandes conciertos y festivales, así como la Fórmula 1, como una pieza clave del panorama político y económico de la ciudad. De allí la decisión de Isabel Díaz Ayuso de solicitar una revisión de la ley actual para dar seguridad jurídica a estos eventos.
Es una decisión que ha dado oxígeno a las promotoras de conciertos y festivales en Madrid. La realidad es que el final de los conciertos en el Santiago Bernabéu fue un balde de agua fría para muchos, y la persecución ahora del Estadio Metropolitano, donde no ha habido una sola sanción por ruido desde que se abrieron las puertas del mismo en 2018, generaba preocupación en una industria que recuerda que ha generado 1.209,33 millones de euros en 2024, esto antes de tomar en cuenta la creación de empleos temporales y a largo plazo del sector, esto según datos del bufete especializado ‘Sympathy for the Lawyer’.
Fuentes de la industria han hecho una valoración positiva de esta apuesta. Para algunos protege su trabajo, para otros es la seguridad de poder seguir organizando eventos de cara al futuro. Es cierto que dejan claro que lo que se ha publicado en medios sobre la nueva ley tampoco permitiría una libertad absoluta para organizarlos, dejando los conciertos al aire libre solo entre junio y octubre y limitando su hora de finalización hasta las 11 pm. Se suma, que el gran cambio, calcular las violaciones de decibelios con base en la media del evento y no a los picos más altos, igual deja dudas sobre el uso de un Santiago Bernabéu sin insonorizar y con los vecinos cruzando la calle.
Es cierto que no es solo el mundo de la música. Hostelería, conductores de taxi y VTC y el mundo de la hotelería han mostrado preocupación por esta tendencia, puesto los grandes conciertos y festivales son también una gran oportunidad para ellos, y también quedarían protegidos por la nueva ley.
PROTEGER LA FÓRMULA 1 Y A BAD BUNNY
En cualquier caso, la nueva ley, que debería aprobarse poco antes del verano del 2026, serviría para proteger dos de los eventos multitudinarios claves de Madrid, el año que viene. Los 10 conciertos del puertorriqueño Bad Bunny en el Riyadh Air Metropolitano y, por supuesto, la Fórmula 1. Sin embargo, estos cambios deberían servir también de apoyo jurídico a otros eventos que se han visto señalados en redes sociales en los últimos tiempos en los que se ha puesto de moda hablar del ruido de los eventos musicales: El Mad Cool y el Kalorama Madrid de la Caja Mágica.

Es bueno señalar que, incluso sin la nueva ley que todavía no tiene un texto definido, la mayoría de estos eventos se realizan en espacios que no han recibido sanciones por superar los límites de volumen, o bien que no lo hacen hace mucho tiempo. Es el caso del Mad Cool, que no tuvo sanciones por volumen en su edición de 2024, y es el caso del Metropolitano que, como lo ha dicho, varías veces, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez -Almeida, nunca ha recibido una sanción por ruido.
De todos modos, es evidente que a pesar de la buena noticia que representa para la industria este posible cambio en la normativa, este debe aún llegar a buen puerto. Por su lado, las asociaciones contra el ruido siguen repitiendo los mismos mensajes en redes sociales, con algunos señalando ya también los problemas que aseguran tienen que enfrentar por los eventos deportivos en los estadios.
MIENTRAS TANTO LA SOLUCIÓN PARA MADRID ES RIVAS
Por su lado, desde el ayuntamiento de Rivas han hecho lo que hizo en su momento el propio estadio Metropolitano: Acoger eventos que no se arriesgan a estar dentro del espacio delimitado en el Ayuntamiento de Madrid, el año pasado recibieron el festival de K Pop: Music Bank y este año han recibirán al festival Río Babel.
Por ahora el ayuntamiento de Rivas ha conseguido evitar las quejas vecinales, y ya cuenta con al menos un gran artista internacional para el 2026: La banda Linkin Park que llevará su gira de reunión al auditorio Miguel Ríos.