En más de una ocasión, todos nos hemos llevado la decepción de morder una fruta o preparar una verdura que, pese a lucir perfecta en el supermercado, carece totalmente de sabor. Este fenómeno tiene una explicación mucho más sencilla —y lógica— de lo que parece: muchos alimentos pierden sus propiedades organolépticas cuando se cultivan fuera de temporada.
Consumir alimentos en su momento óptimo no solo nos garantiza el mejor sabor, sino que también representa un gesto de respeto hacia la naturaleza. En este artículo te contaremos por qué es tan importante comprar frutas y verduras de temporada, cuáles son las que deberías priorizar durante el mes de junio y qué beneficios concretos aportan a nuestra salud, bolsillo y bienestar.
1Consumir alimentos de temporada: una decisión que lo cambia todo

Aunque hoy en día podemos encontrar tomates en pleno diciembre o fresas en cualquier rincón del país a finales de otoño, la verdad es que estas prácticas tienen un coste silencioso. No solo ambiental o económico, también en cuanto a la calidad del alimento que llega a nuestra mesa.
Cuando los productos son forzados a crecer fuera de sus condiciones naturales —ya sea en invernaderos artificiales o transportados desde miles de kilómetros—, pierden parte importante de lo que deberían ofrecernos: su sabor, sus nutrientes y, muchas veces, su textura.
Optar por frutas y verduras de temporada significa adquirir alimentos en su punto justo de maduración, cosechados bajo el sol y el clima adecuados, y con el tiempo necesario para desarrollarse de manera natural. Esto no solo se traduce en un sabor más intenso y auténtico, sino también en una mayor concentración de vitaminas y minerales.