Durante los últimos años, el lenguaje alimentario ha girado en torno a un único concepto que se ha instalado tanto en los estantes del supermercado como en las conversaciones de quienes buscan una vida más sana: la proteína. Este nutriente, tan asociado al universo del fitness, ha conquistado a los deportistas amateurs, pero su verdadero poder va mucho más allá del músculo esculpido. En realidad, es una necesidad nutricional que todos deberíamos considerar con mayor atención, incluso quienes no pisan un gimnasio.
En una sociedad envejecida y con hábitos alimenticios cada vez más procesados, el rol de la proteína se torna esencial para mantener la masa muscular, proteger el metabolismo y garantizar una buena calidad de vida. Y aunque la carne y el huevo siguen siendo referentes clásicos, hay un alimento cotidiano que podría marcar la diferencia: el yogur.
3No solo para deportistas: por qué todos deberíamos mirar la etiqueta

Durante años, el marketing alimentario ha dirigido los productos ricos en proteína al público masculino y deportista. Sin embargo, la ciencia nos muestra una verdad más amplia: la proteína es indispensable para todas las edades, géneros y estilos de vida. Desde una adolescente en etapa de crecimiento hasta una persona mayor con movilidad reducida, todos necesitan asegurar un consumo adecuado de este macronutriente.
En ese sentido, el yogur fortificado con proteína se presenta como una solución práctica. No requiere cocción, es fácil de digerir, se puede combinar con frutas, semillas o cereales, y es ideal para consumir entre comidas o después de una actividad física ligera. Además, cada vez son más las marcas que ofrecen versiones con altos niveles de proteína sin azúcares añadidos, lo cual lo hace doblemente saludable.
Pero el yogur no es el único alimento con estas propiedades. Existen alternativas vegetales y animales que pueden integrarse fácilmente en nuestra dieta diaria. Lo fundamental es entender que incluir proteína en cada comida principal no es una moda, sino una decisión informada para proteger nuestro cuerpo y su funcionamiento.