A veces, los enemigos más peligrosos se esconden en lo cotidiano. En lo que comemos cada día. Así lo demuestra un estudio reciente de la Escuela de Salud Pública de Harvard, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, que ha puesto en alerta al mundo entero: hay alimentos que parecen inofensivos, pero que están directamente relacionados con enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares.
Tras analizar durante años los hábitos alimenticios de más de 200.000 personas, los investigadores descubrieron que ciertos productos ultraprocesados elevan significativamente el riesgo cardiovascular. Salchichas, refrescos, snacks y cereales industriales están ahora bajo el microscopio de la ciencia. Pero ¿qué significa esto en la práctica? ¿Qué podemos hacer como consumidores?
3Bebidas azucaradas: un dulce camino hacia el riesgo cardiovascular

Las bebidas azucaradas se han convertido en protagonistas de la mesa moderna: refrescos, jugos envasados, tés endulzados y todo tipo de variantes industriales. Pero detrás de su sabor agradable se esconde un enemigo persistente del corazón.
El estudio de Harvard no deja espacio a dudas: el consumo excesivo de azúcares añadidos —especialmente en bebidas— está estrechamente vinculado con la obesidad, la diabetes tipo 2 y, como consecuencia directa, un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Estos productos, lejos de hidratar, alteran el metabolismo. Aumentan el nivel de glucosa en sangre, provocan resistencia a la insulina y fomentan el sobrepeso. Todo esto incide negativamente en el corazón, debilitando su función y complicando la circulación.
El cuerpo humano no está diseñado para recibir dosis tan elevadas de azúcar líquida. Por eso, los expertos de Harvard recomiendan sustituir estas bebidas por opciones más saludables como agua, infusiones naturales o jugos sin azúcar añadida. Una decisión aparentemente pequeña que, según el estudio, puede marcar una diferencia crucial en nuestra salud cardiovascular.