El Athletic Club de Bilbao ha comenzado a moverse con decisión en el mercado estival y el encargado de liderar esta fase es Mikel González, director deportivo de la entidad. Con el objetivo de reforzar al equipo de Ernesto Valverde, González trabaja a destajo para cerrar incorporaciones estratégicas. Entre los nombres que suenan con fuerza están los de Jesús Areso, Aimar Oroz, Borja Sainz y Robert Navarro, todos ellos futbolistas que encajan dentro del perfil joven, competitivo y con ADN rojiblanco que busca el club.
Sin embargo, hay un fichaje que sobresale por encima del resto: el de Aymeric Laporte. El central franco-español ha rescindido su contrato con el Al Nassr saudí, lo que le convierte en una oportunidad de mercado que Mikel González no quiere dejar pasar. Con experiencia internacional y un pasado exitoso en Bilbao, Laporte podría formar una de las mejores parejas de centrales de LaLiga junto a Dani Vivian, pero su posible regreso no genera unanimidad en el entorno rojiblanco.

Laporte, una decisión que divide a la afición
Aunque desde los despachos se ve con muy buenos ojos la posibilidad de recuperar a Aymeric Laporte, la afición del Athletic no lo tiene tan claro. Muchos athleticzales recuerdan su salida rumbo al Manchester City como una traición, motivada por el dinero y la ambición deportiva lejos de San Mamés. A pesar de que el club ingresó una gran cantidad por su traspaso, el sentimiento de abandono permanece en parte del público rojiblanco.
En este contexto, Mikel González tiene la difícil tarea de convencer tanto a la masa social como al propio entorno del vestuario de que el regreso de Laporte es positivo. El director deportivo sabe que el nivel del central está fuera de toda duda y que, con su experiencia y liderazgo, podría aportar un salto de calidad inmediato. Aun así, será clave que el propio futbolista muestre un compromiso firme con el proyecto para aplacar las críticas de quienes no le perdonan su marcha.
La apuesta de Mikel González por un proyecto ambicioso
El interés por Laporte deja clara la ambición que Mikel González quiere imprimir al nuevo proyecto del Athletic. Con Europa en el horizonte, el club bilbaíno quiere consolidarse entre los grandes y para ello es necesario subir el nivel competitivo de la plantilla. Jugadores como Areso o Oroz suponen una apuesta de futuro, pero figuras como Laporte marcan una clara voluntad de competir desde ya.
La operación, no obstante, no será sencilla. Aunque Laporte llega como agente libre, su salario y el contexto emocional de su regreso son factores que Mikel González tendrá que manejar con cautela. Si lo consigue, Valverde podrá contar con un refuerzo de primer nivel y la afición podría, poco a poco, reconciliarse con uno de sus hijos pródigos.
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