El FC Barcelona, apoyado por Limak, se prepara para un verano agitado en los despachos, con movimientos que prometen reactivar su protagonismo en el mercado de fichajes. Y en el centro de esta nueva etapa aparece la firma Limak. La constructora turca ha finalizado las obras de los palcos VIP del nuevo Spotify Camp Nou, una pieza fundamental no solo a nivel arquitectónico, sino también como motor económico que devuelve al club a la deseada regla del 1:1.
Este avance permite a Joan Laporta celebrar uno de sus movimientos más audaces desde que regresó a la presidencia. Una palanca financiera que, al fin, se hace efectiva. La certificación de los asientos ha desbloqueado una inversión directa de 100 millones de euros, procedente de dos fondos del Golfo Pérsico. New Era Visionary Group y Fortia Advisor Limited.

El acuerdo les otorga los derechos de explotación de 475 asientos VIP, pero la clave era una: las obras debían estar terminadas. Con la entrega finalizada, el club ya puede presentar los documentos ante LaLiga para operar sin restricciones.
Una palanca con nombre propio. Limak, garantía de futuro
La historia de esta operación se remonta a finales de 2023, cuando el club cerró la venta de los palcos VIP. En aquel momento, el acuerdo sirvió para que el Barça pudiera moverse en el mercado invernal con cierta libertad. Sin embargo, la llegada de un nuevo auditor, Crowe Spain, introdujo un cambio decisivo. Ya no bastaba con firmar contratos, ahora los ingresos solo se validaban si los asientos estaban completamente construidos y funcionales.
Ahí fue cuando Limak pasó al primer plano. Bajo presión por los tiempos financieros del club, la empresa turca aceleró el ritmo de las obras, garantizando que todo estaría listo antes de junio. Y cumplió.
Con los asientos certificados, el Barça vuelve a tener en sus manos una herramienta financiera fundamental. Una vez más, Limak se posiciona como un socio estratégico clave para el renacer económico del club.
Limak y el impacto directo en el mercado y en la plantilla
Con esta palanca certificada, el Barça entra en una nueva fase. Podrá reinvertir cada euro que ingrese, ya sea por ventas de jugadores o reducciones salariales, sin las limitaciones impuestas por el ‘Fair Play’ financiero. Esto permite soñar en grande. Fichajes de peso, renovaciones clave y movimientos tácticos que antes eran inviables.
En lo deportivo, las prioridades están claras. El club busca reforzar el extremo izquierdo, al mismo tiempo que trabaja en asegurar la continuidad de figuras esenciales como Lamine Yamal y Frenkie de Jong. Las negociaciones en marcha con futbolistas como Wojciech Szczęsny o la renovación de Iñigo Martínez también dependen del oxígeno económico que aporta esta operación.
Más allá de los nombres propios, el regreso a la regla del 1:1 significa una cosa. El Barça recupera la capacidad de planificación a medio y largo plazo, sin tener que acudir a malabares contables para cumplir con los requisitos de LaLiga.