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Esperar enferma: La cruda realidad de la sanidad pública, según la OCU

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En España, aguardar una cita médica se ha convertido en una carrera de fondo. Lo que debería ser un trámite accesible y eficaz, cada vez se parece más a una prueba de resistencia. La realidad que denuncian los ciudadanos va mucho más allá de las cifras oficiales: las largas esperas para acceder a un especialista o a una prueba diagnóstica están empeorando la salud de quienes más dependen del sistema público. Una reciente encuesta impulsada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) lo confirma.

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Casi 900 personas han compartido su experiencia con la OCU y sus testimonios dibujan un escenario de deterioro preocupante. Porque, mientras los datos oficiales maquillan el tiempo real de espera, los pacientes cuentan otra historia. Una historia de demoras que agravan dolencias, vulneran derechos y siembran desconfianza.

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Especialistas que tardan y patologías que avanzan

Especialistas que tardan y patologías que avanzan
Fuente: Freepik

El acceso a los especialistas es uno de los puntos más sensibles de la atención sanitaria. Y también uno de los más saturados. Según el estudio de la OCU, las largas demoras afectan a todas las especialidades sin excepción, pero se agravan especialmente en áreas como traumatología y oftalmología, donde los pacientes pueden llegar a esperar hasta medio año.

Una espera tan prolongada no es solo una molestia. Es una amenaza. Las dolencias musculares, visuales o articulares, por citar algunos ejemplos, son precisamente las que más empeoran con el paso del tiempo sin tratamiento. La falta de atención temprana puede derivar en operaciones más invasivas, mayores gastos y una recuperación más lenta, con el consiguiente impacto sobre la calidad de vida del paciente.

Y no solo es cuestión de tiempo. La encuesta de la OCU también recoge otras barreras dentro del proceso: casi la mitad de los usuarios tuvo problemas incluso para acceder a la derivación desde atención primaria. O bien no consiguieron que su médico les remitiera al especialista, o lo hicieron tras múltiples intentos. A esto se suma la espera en la propia sala el día de la cita, otra fuente de malestar frecuente.

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